Hoy he participado por segunda vez en la media maratón de Villarrobledo. El año pasado me gustó mucho la carrera y la organización y este año he repetido aunque la carrera se celebre a 200 km de mi casa.
Esta vez habían retrasado la salida una hora, lo cual es de agradecer si vives tan lejos, por lo que no tuvimos que darnos un madrugón exagerado. A las ocho menos cuarto salimos de casa y antes de la diez ya estábamos allí y todavía quedaba una hora para que empezara. Contactamos con Joaquín y los otros compañeros pradolongueros (Emilio, Andrés y Quique) para que nos dieran el dorsal y el chip ¡¡¡muchas gracias Joaquín por todo!!! y entre dejar la bolsa en el guardarropa, colocarse el chip, estirar y calentar un poco, fue llegando el momento de la salida.
Por fortuna, la salida y la llegada es en el polideportivo y éste es muy amplio, por lo que gran parte del calentamiento lo hicimos dentro del polideportivo, ya que el día era un poco fresco debido a un viento bastante intenso. Cinco minutos antes de las once nos fuimos acercando a la línea de salida, donde podíamos ver a Abel Antón, que según la megafonía se disponía a realizar la carrera en 1h25, por si alguno quería seguir su estela.
Después de la grata impresión producida el año pasado, había fijado esta carrera como el gran objetivo de esta primera parte de la temporada. Dado que en Getafe había hecho poco más de 1h28, se trataba de hacer 1h27 y tenía la certeza de que podía hacerlo porque los entrenamientos habían sido buenos. Por lo tanto, todo consistía en poder seguir un ritmo de 4:10 durante 21 kilómetros.
Escuché el pistoletazo de salida, puse en marcha mi cronómetro y me lancé a buen paso. Aún así tardé pocos segundos en pasar por la alfombrilla de salida. El primer kilómetro lo pasé en 4:11 y vi que la cosa iba por el camino correcto. Los dos siguientes los hice en 3:53 y empezaron a entrarme las dudas de si iba demasiado deprisa o si los kilómetros estaban mal colocados. Creo que se dieron las dos circunstancias porque en algunos kilómetros bajaba con holgura de cuatro y en otros sobrepasaba bastantes segundos esos cuatro minutos por kilómetro.
En el primer tercio (kilómetro siete) el cronómetro marcaba 28:14 en vez de los 29 que tenía pensado, pero me encontraba francamente bien. En el kilómetro 10 ¡¡¡el tiempo fue de 40:12!!! aunque durante la carrera no lo vi. Menos mal porque me hubiera asustado de ir tan deprisa.
Llegué al kilómetro 14, segundo tercio de carrera, con un tiempo de 56:43 y ya empezaba a notar las piernas que no respondían como al principio, pero sólo quedaba aguantar lo que se pudiera porque veía que el objetivo de 1h27 estaba a mi alcance.
Aunque las piernas no iban frescas, notaba que iba bien porque en la segunda parte de la carrera, excepto un grupo de cuatro que me adelantó sobre el kilómetro 12 y un individuo que me adelantó en el 18, fui todo el rato adelantando a gente. Esa era una muy buena señal.
Precisamente ese kilómetro 18 fue un mal momento, no sólo porque me adelantaran, sino porque noté una molestia en el gemelo de la pierna derecha, que me hizo dudar si aflojar el ritmo o seguir como iba. Opté por la segunda opción, ya que era la carrera que había estado preparando estos meses y no iba a rendirme a falta de tres kilómetros para la conclusión. Así que apreté los dientes y seguí dándolo todo.
Esos tres últimos kilómetros son bastante duros, porque es una recta muy larga y ligeramente cuesta arriba y luego viene otra recta también bastante larga y más cuesta arriba, aunque ninguna es de una pendiente excesiva. A partir del 20 suaviza la cosa y poco después se llega al recinto del polideportivo al que hay que rodear. Poco antes del 21 se entra dentro del recinto y el terreno es favorable hasta meta.
Ya lo di todo y cuando pude distinguir el reloj de meta que me llevé un sorpresón de órdago porque marcaba ¡¡¡una hora y veinticinco minutos!!! Sin embargo, poco antes de cruzar la meta cambió el dígito de los minutos y el tiempo se me fue a 1:26:02. Por fortuna, los segundos perdidos en la salida convirtieron ese tiempo en otro que me gusta más: 1:25:57 que se convierte en nueva MMP y que me parece voy a tardar tiempo en mejorar.
Haciendo la marca de mi vida
Las clasificaciones oficiales se pueden ver en chiplevante.net o en una copia que guardo aquí o para ver que no miento, aquí queda constancia del tiempo en el ticket que proporciona la organización.
Ticket con los tiempos de Villarrobledo 2012
Como había llegado medio pronto, fui a visitar al fisio por la molestia que había sentido en el gemelo. Cuando acabé, ya quedaba poco de lo que habían puesto en las mesas, pero no me importó demasiado ya que íbamos a comer en poco.
Pero si fue bueno para mí, mejor fue para casi todos los pradolongueros, ya que de seis que nos acercamos a este pueblo albaceteño, cuatro se llevaron trofeo: Emilio ganador de la categoría de mayores de 65 años; Andrés, tercer clasificado de la categoría de 55 a 60; Joaquín, segundo clasificado local de su categoría y la única fémina de la expedición pradolonguera, primera clasificada también de su categoría. Todo un éxito de los corredores del parque de Pradolongo.
Exito pradolonguero en Villarrobledo
Para terminar ¡qué decir de la bolsa del corredor! De las mejores que yo haya visto: manzana, naranja, agua, camiseta técnica, botella de vino, cuña de queso, paquete de lentejas, refresco y barrita. Pero es que después de acabar la carrera hay multitud de mesas con frutos secos, embutidos y vino y cerveza a raudales. Todo por el módico precio de 10 €… y 200 kilómetros.
¡Se me olvidaba! Ayer subí a la báscula y marcaba 67,3 kg, un buen peso para hacer una buena marca.
Post como estos hace que una novata como yo se motive para salir a entrenar, y para ponerse como objetivo una carrera, ya que aún no he participado en ninguna… pero gracias a estos posts, deseo cada vez más sentir esa sensación de correr en una carrera popular, con tantísima gente, y con tantas sensaciones…
Enhorabuena por los tiempos. Enhorabuena por el blog. Enhorabuena por ayudarme a convertir también el correr en mi religión.
Un saludo.
Hola Magui:
Comentarios como el tuyo son los que me ayudan a seguir escribiendo. Gracias y anímate a participar en alguna carrera popular, pero ten cuidado… es una adición difícil de quitar.
Saludos.
Pues vaya tiempazo Miguel, Enhorabuena.
No veo mal los 200 km, hay que disfrutar de las carreras, esten donde esten, eso les da un toque extra de motivación 😀
Un abrazo
Hola Javier:
Las carreras fuera de Madrid tienen un encanto especial. A mí no me importa hacerme doscientos kilómetros si la carrera merece la pena. Y la media de Villarrobledo lo merece.
Saludos.
Te sales. Como sigas así, me coges 😎
Ja, ja, échate a temblar que vengo apretando fuerte… No me queda ni ná para acercarme ni siquiera un poquito.
que grande el parque pradolongo , forjador de grandes atletas de insuperable calidad , enhorabuena pradolongueros arrasasteis en villarobledo ,
emilio 2
Hola Emilio:
Algo debe tener el parque que tantas copas «produce». A lo mejor es que los pradolongueros sabemos ir a las carreras adecuadas 😉
Saludos.
Felicidades Miguel, y felicidades a todos los Pradolongueros. Estáis creando escuela. Miguel 1:25 ya son palabras mayores. Es para estar muy muy contento y muy orgulloso. Un abrazo
Hola Serrano:
¡Todavía no me lo creo! Si me hubiera dicho alguien que alguna vez llegaría a 1h25 le hubiese tomado por loco.
Estoy realmente contento. Así que ya sabes, tú también puedes acercarte a esos tiempos, que somos parecidos.
Saludos.