En el mundo del deporte, como todo en esta vida, cada uno tiene sus héroes. Para algunos es Usain Bolt, el hombre más rápido del mundo. Para otros, más fondistas, será Heile Gebrselassie, uno de los mejores fondistas de todos los tiempos o quizás sea Patrick Makau, actual poseedor del récord de maratón con nada menos que 2:03:38; sin embargo, mi héroe se llama Fauja Sigh, la primera persona que con 100 años de edad ha acabado una maratón. Esta hazaña ha sucedido en la maratón de Toronto el pasado 16 de octubre.
Fauja Sigh después de traspasar la línea de meta
Según parece, el atleta indio, aunque residente en Londres, empezó a correr hace 11 años, después de la muerte de su esposa, y en Canadá completó su octava maratón. Además, posee el récord británico en la categoría senior de distintas distancias como 400, 800 y 3 mil metros.
Me gusta su filosofía: «El secreto de una larga y saludable vida es vivir sin tensiones, estar agradecido con lo que tienes, evitar a gente negativa, sonreír y seguir corriendo. Ser feliz«.
Siempre he pensado que correr no es hacerlo más rápido que nadie, ni participar en muchas carreras. Correr es estar en movimiento desde el primer día hasta el último. Por eso siempre he envidiado a aquellos corredores de edad avanzada que siguen y siguen corriendo. Sin ir más lejos, mi compañero de entrenamientos Emilio, con casi 66 años, es todo un portento, un espejo donde mirarse. Todavía es capaz de correr maratones en cerca de tres horas y media o terminar los 100 km de la Madrid-Segovia hace poco más de un mes.
Otro ejemplo a seguir puede ser el madrileño Germán Fernández González, atleta de 76 años que sigue participando en carreras populares. En la última carrera en la que estuve pude ver como llegaba a meta en una hora y unos segundos. ¿Dónde tengo que firmar para poder correr a un ritmo de 6 min/km cuando pasen treinta años?
Por lo demás, yo sigo a lo mío, quemando kilómetros de cara a la maratón. Esta semana es de las más largas y hoy han caído 15 kilómetros. Algo más de tres vueltas a Pradolongo, en la que la primera ha sido de calentamiento, la segunda pretendía ser a umbral y la tercera de enfriamiento, aunque no precisamente a ritmo lento.
Por desgracia, los kilómetros a umbral no han salido como debieran. El ritmo umbral objetivo era 4:11, pero me han salido un poco más lentos de lo debido: 4:16, 4:15, 4:16, 4:16 y 4:12. Siempre digo que Jack Daniels es demasiado exigente…