Tengo el dedo gordo del pie derecho machacado. Los 27 km del otro día me dejaron la uña más negra que el carbón. Sobre todo me duele cuando ando, debe ser por los zapatos, pero afortunadamente cuando corro no me molesta demasiado.
Hoy he salido acompañando a una amiga, pero sólo hasta el tercer kilómetro donde he empezado a acelerar hasta ir un poco por debajo de 4:30 que según JD es mi ritmo de maratón. Y la verdad es que he cumplido el plan previsto bastante bien, yendo un poco por debajo de 4:30 durante casi todos los 11 km (la media ha sido de 4:27/km).
Siempre que hago este entrenamiento me asaltan las dudas de si podré mantener este ritmo durante 42 km. Y siempre llego a la misma conclusión: imposible.
Después de 3 km de calentamiento y 11 a ritmo de maratón, 3,6 km de enfriamiento, por lo que he totalizado 17,6 km en 1:25:38 @ 4:52/km.
Creo que si no lo he batido, me he quedado cerca de mi récord de camiseta sudada. Excepto algunos centímetros cuadrados secos en los laterales, todo lo demás absolutamente empapado. No es raro que sude tanto, la temperatura sigue siendo absolutamente veraniega en Madrid.
Ayer sábado, como todas las semanas tocaba pesada. La báscula marcaba 67,2 kg, pero este peso no es comparable al de otras semanas porque había corrido el viernes. Así que hoy he vuelto a subirme a la báscula y marcaba 67,8 kg. Tampoco me vale, ayer fue un día algo desordenado en las comidas, aunque habrá que tomarlo como referencia.