Ayer ya empecé a currar, por lo que esta semana toca entrenar a la hora habitual. He llegado al punto de encuentro algo más pronto de lo que suelo y no había nadie. He esperado un poco y seguía sin venir nadie, por lo que he optado por salir solo. Me ha venido bien esperar porque el jodío del Garmin no pillaba la señal decentemente ni a tiros.
Tenía pensado dar una vuelta tranquilamente y una segunda algo más deprisa, pero tampoco mucho, a un ritmo cercano a cinco. Cuando llevaba algo más de una vuelta me he encontrado con un conocido con el que me he parado a charlar. Poco después me he encontrado con una amiga con la que también me he parado. Después de tanta charla, me he ido a casa andando porque al estar parado se ha enfriado el tendón de Aquiles y me dolía un poco. Así que para no forzar, a casita andando.
No he llegado ni a correr seis kilómetros, por lo que el entrenamiento de hoy me ha sabido a poco. Saldré mañana también si el tendón no me molesta.
Por cierto, con los escasos kilómetros que he hecho hoy, he conseguido sobrepasar los 1.000 kilómetros con las zapatillas Puma Complete Velosis que compré en febrero. No me puedo quejar con lo delicado que soy de pies.