Entrenamiento más que lento

En el plan de entrenamiento de Hal Higdon aconseja hacer el lunes un entrenamiento cruzado, que consiste en hacer otra cosa que no sea correr: montar en bici, nadar, andar, etc. A mí se me ocurrió subir y bajar escaleras. Desde casi abajo hasta arriba, 88 escalones. Cada piso (excepto el primero) son dos tramos de 8 escalones cada uno, por lo que totalizan 528 escalones subidos y el mismo número bajado.

[Modo gilipollezco=ON]
Según iba subiendo me iba haciendo pajas mentales con el sistema octal y que con sólo tres bits tenía para contar los escalones de cada tramo, Vamos, gilipolleces varias que a veces se le vienen a uno a la cabeza.
[Modo gilipollezco=OFF]

Después de subir y bajar estuve haciendo estiramientos y ejercicios para fortalecimiento de rodillas y algunos abdominales que llevaba tiempo sin hacer.

El caso es que cuando he salido hoy tenía agujetas en los abdominales y las piernas algo cargadas del fin de semana durillo y de subir y bajar las escaleras, vamos, que no tenía muchas ganas de darme una paliza corriendo.

Y he debido coincidir con mis compañeros de entrenamiento porque ha salido uno de esos días que nadie tenía ganas de apretar así que hemos ido a ritmo cochinero las dos vueltas que hemos dado a Pradolongo. Tan despacio íbamos que hemos llevado un ritmo de 5:45/km en los 10 km que he recorrido.

Como suele ser habitual el parque estaba fatalmente iluminado. El ayuntamiento tiene que ahorrar después de todos estos años de derroche.

2 opiniones en “Entrenamiento más que lento”

    1. Hola Gonzalo,

      Depende de cómo se suban las escaleras. Te puedo decir que me lo he tomado con muuucha tranquilidad. Pero sí es cierto que al día siguiente se nota en las piernas.

      Saludos.

Comentarios cerrados.