Hoy tenía pensado hacer cinco kilómetros a ritmo T. Si la semana pasada hice cuatro kilómetros a un ritmo T de 4:15 hoy era cuestión de hacerlo al mismo ritmo, pero un kilómetro más. Sin embargo, se ha pegado Joaquín a mi chepa y he ido un poco más rápido de lo previsto. Han salido los cinco a un ritmo de 4:11, demasiao pal body, el último kilómetro me ha costado.
Esto me hace pensar que quizás debería ser más prudente a la hora de intentar atacar los cuarenta minutos el próximo domingo en la carrera proniño. Quizás sería mejor tratar de hacer un minuto más e ir más tranquilo, que ya habrá tiempo.
El título venía a cuento porque en esos segundos cinco kilómetros Joaquín se ha pegado a mí y no he conseguido despegarle de mi chepa. Le veo realmente bien, enseguida se pone en forma. Al paso que va seguro que termina la maratón de Málaga.
El entrenamiento ha consistido en 5 km de calentamiento, pero a buen ritmo, 5 km a ritmo T (hoy ha sido 4:11) y casi un kilómetro de enfriamiento. Afortunadamente, hacía algo menos frío que el pasado martes.
Hoy he probado una crema calentadora que compré en su época y que no había utilizado y la verdad es que no he visto la utilidad. Cuando he empezado a notar calor es cuando ya había terminado. A lo mejor es que hay que darse la crema mucho antes de empezar y no diez minutos antes como he hecho.