XXIX Carrera popular de Mocejón

Hace unos meses se me pasó por la cabeza un reto bastante tonto, pero que nunca había hecho. Consistía en realizar al menos una carrera oficial al mes. Normalmente nunca corro en verano, pero por probar…

El caso es que agosto se acababa y veía que el reto no se iba a poder cumplir. El poco entrenamiento, las molestias en el gemelo, … muchos inconvenientes.

El viernes, cuando salíamos hacia el pueblo recordé que en Mocejón, un pueblo cerca de Toledo, se celebraba esta carrera popular que además era de sólo 6 km. Pensé que si había entrenado ese kilometraje con ir un poco al tran tran conseguiría poder continuar con el reto.

Llamé el sábado por la mañana al teléfono de contacto y me dijeron que las inscripciones se podían hacer a partir de las cinco de la tarde. A las cinco y media estaba como un clavo en Mocejón, mirando asustado el termómetro del coche que marcaba 39º. Al realizar la inscripción leí en un cartel que la carrera de los mayores comenzaba a las 19:20 lo que me alegró un poco ya que pensé que habrían bajado un poco la temperatura a esa hora.

Me llamó la atención la cantidad de buenos atletas que se veían por allí, yo que pensaba que no iba a estar ni el tato, pero cuando vi el programa de la carrera y de que había 200 € para el primero, me di cuenta del porqué.

Viendo que faltaba bastante para que empezase la carrera cogí Por el camino de Swann de Proust, busqué una buena sombra y me puse a leer esperando que faltase media hora para el comienzo de la carrera para ponerme a calentar y estirar.

La carrera consta de cuatro vueltas a un circuito de supuestamente 1.500 metros. En la realidad la vuelta medía poco más de 1400 metros, por lo que no se recorren los seis kilómetros que dice el programa. Lo pude comprobar ya que antes de comenzar la carrera estuve dando esa vuelta como calentamiento.

Antes de las 19:20 estaba en la línea de salida esperando que dieran el pistoletazo, sin embargo grande fue mi sorpresa cuando vi que la salida estaba ocupada por un grupo de atletas jóvenes de entre 11 y 13 años que se disponían a dar una vuelta al circuito. La salida se retrasaba más todavía.

Mientras esperaba que salieran los jóvenes atletas me encontré con un viejo conocido que me comentó que su hijo iba a correr. Le pregunté en qué categoría, si alevines, benjamines, pero me respondía que en la carrera de los mayores, ya que su hijo tenía 18 añitos, ¡cuál fue mi sorpresa al ver lo rápido que transcurren los años! Me indicó que su hijo era aquel chico alto con una camiseta azul, lo que inconscientemente hizo que ese chico de camiseta azul pasara de ser el hijo de a un posible objetivo al que darle matarile.

Y digo inconscientemente porque tenía intenciones de hacer la prueba a un ritmo tranquilo ya que tenía más que perder que de ganar si iba rápido y me había fijado un ritmo de unos 5:00/km durante la carrera. De hecho salí al final del todo. Sin embargo, algo debe tener ponerse un dorsal en el pecho porque cuando dieron el pistoletazo de salida salí como un poseso tras la camiseta azul. No veía a nadie más, solo a este chico que veía alejarse con aparente facilidad.

Cuando llevaba un kilómetro recorrido pude comprobar en el cronómetro que habían transcurrido sólo cuatro minutos y dos segundos y que era un ritmo muy rápido para mí en estos momentos. Pero ciego como iba no se me ocurrió aflojar, sino que traté de mantener ese ritmo escuchando atentamente lo que me pudiera decir mi maltrecho gemelo.

Pasado el segundo kilómetro sentí un desagradable chasquido en el gemelo, pero en vez de parar en ese momento me dije que ya quedaban menos de cuatro kilómetros, que para qué iba a parar. De nuevo la camiseta azul me atraía y me atraía sin poder remediarlo.

Tras el tercer kilómetro vi que mi rival flojeaba por lo que yo también aflojé un poco el ritmo ya que iba algo forzado, pero aún así iba acercándome a él metro a metro. Poco antes de terminar la tercera vuelta le adelanté, no sin animarle al superarle. Me miró extrañado pensando en quien demonios sería ese viejete calvorota que le animaba por su nombre.

Ahora el objetivo era una chica que iba unos metros por delante. Conseguí igualarme con ella en la última vuelta y en un repecho mínimo apreté un poco para tratar de escaparme. Lo conseguí, ahora escuchaba su respiración agitada unos metros detrás de mí. Eso me animó todavía más. Apreté los dientes y me lancé a todo lo que pude hacia la meta.

Llegué con un tiempo de 23:21, marcando el GPS una distancia de 5,72 km, según puede verse en esta actividad de Garmin Connect. Bastante satisfecho con la carrera, pero fastidiado porque me temo que la lesión se ha agravado con esta prueba más de falta de sentido común. Si veo que no mejora la cosa tendré que volver a visitar a Josefa.

Tras la entrada en meta nos obsequiaron con una botella de agua, un bote de refresco y una camiseta de algodón, ideal para limpiar los cristales. De todas formas no puedo quejarme ya que la inscripción era gratuita.

Es la primera vez que participo en esta carrera y me he llevado una grata impresión. La organización ha estado muy bien, exceptuando el retraso en dar la salida. Ésta tuvo el detalle exquisito de ofrecer botellas de agua fresquita en cada una de las vueltas, cosa que se agradecía por la chicharrera inmisericorde que todavía había a esas horas.

Las clasificaciones se pueden ver en la página web del ayuntamiento de Mocejón, aunque guardo una copia de la clasificación por categorías por si alguien no lo encuentra en otro sitio.Hay que tener en cuenta que la única clasificación válida es la que proporcione la organización, por lo que lo aquí expuesto es sólo orientativo.

Cat. femenina Cat. masculina
De 17 a 35 años De 17 a 39 años
De más de 35 años De 40 a 50 años
De más de 50 años

6 opiniones en “XXIX Carrera popular de Mocejón”

  1. Esas carreras rápidas me dan terror, yo soy un tipo diesel más resistente y lento. Enhorabuena por la carrera. Si el cuerpo aguanta, métele una competición al mes.

    1. Hola Gonzalo,

      Yo tengo sensaciones contrapuestas. Me gustan más las carreras larga, no sé el motivo. Pero tengo patas de velocista más que de maratoniano, por eso se me dan mejor las distancias cortas que las largas. Por eso siempre pienso que debería dejar las maratones y dedicarme a los diez miles y como mucho a medias, pero siempre acabo picando y es que la maratón es una carrera especial.

      Saludos.

  2. No soy yo el mas adecuado para decirte que vigiles esas molestias, pero deberias…

    Yo ayer tambien fui ayer, por primera vez, a una carrera de final del verano: la Vuelta al Monte, en Valdilecha. Tenia 11 km. bien medidos y bastante nivel (Jesus España). Es lo que tiene que haya premios. Mucho calor y mucha cuesta, pero me gusto.

    Mi objetivo no era correr una carrera al mes, sino tantear que tal estoy para intentar bajar de 1:30 en Valladolid. No es evidente extrapolar con este tipo de carrera, pero creo que el test fue positivo.

    A mejorarse.

    1. Hola Manolo,

      Sí, claro que las vigilo… pero no las cuido. Y eso es lo que tengo que hacer, que luego se pagan estas alegrías.

      Ya había leído en tu blog lo que la carrera de ayer, me alegro que sigas en el «candelabro» y espero que la media de Valladolid se te dé bien. De hecho estoy por ir a esa carrera a ver si me haces de liebre para bajar de 1h30.

      Saludos.

  3. Acabo de llegar a esta Web buscando las clasificaciones. Yo también corrí la carrera de Mocejón, salvo el calor me pareció muy agradable. Corrí con un llamativo sombrero de paja que ha sido mi ultimo gran descubrimiento para este tipo de carreras. La hice con un ritmo tranquilo, al final 27:41 en meta, que no está mal del todo para mí aunque sí algo más flojilla que otas ocasiones. Un saludo!

    1. Hola,

      ¡Ah! El del sombrero de paja. Te vi por la salida y pensé en lo acertado de tu atuendo. La verdad es que con el calor que hacía no era una buena carrera para ir a tope, sobre todo viendo como llegaba una de las atletas de las categorías inferiores en la ambulancia, prácticamente desfallecida imagino que por el calor.

      Pues nada, si te vuelvo a ver con el sombrero de paja ya te saludaré.

      Saludos.

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