Resulta curioso que los fines de semana que es cuando más puedo dormir, no lo haga. Hoy me he despertado a las cinco de la mañana y no conseguía dormirme. Después de dar mil y una vueltas, he conseguido volver a caer otra vez en los brazos de Morfeo, pero me ha costado. Tampoco es que haya dormido mucho que me tenía que levantar a las 7:30 por asuntos familiares.
Hoy la báscula se ha portado. Marcaba 67,9 kg, lo cual me ha producido una gran alegría porque ya veía difícil volver a ese peso, aunque no sé si va a durar mucho, ya llega el verano y el descontrol. Además este fin de semana es pródigo en eventos.
A las ocho y media salía de casa para realizar un entrenamiento tranquilo, a lo que marcaran las piernas. Como viene siendo habitual, he ido a Parque Sur que es algo más duro y fresco que Pradolongo y he dado algo menos de tres vueltas, que llevaba prisa. En total han sido 7,5 km en 38:17 y mañana la carrera del barrio.