Treinta y siete grados

Hacía calor esta tarde. A las siete de la tarde todavía estábamos a 37º, aunque no sé de qué me extraño, no es tan raro en esta época del año. He salido a Parque Sur con idea de hacer dos vueltas de tres kilómetros cada una, tratando de hacer una segunda vuelta por debajo de 16 minutos, es decir, sobre 5:20. Sin embargo y a pesar del calor, se me ha dado bastante bien, ya que he hecho la primera vuelta en 16:44 y la segunda en 15:21 a 5:07, bastante rápido para mi actual estado de forma. He bebido bien en cada vuelta y me he mojado la gorra que tan buen resultado me dio en los 100.

Por desgracia, al terminar me dolía la planta del pie, donde se me quitó la piel, parece que me va a dar guerra.

Gran merendola veraniega

Ya metidos en pleno verano y con mucho calor, hemos planeado hacer una merendola comunitaria los corredores de Pradolongo. Es imposible reunir a todos, así que, los más allegados. A las siete y media hemos quedado en la terraza del rugby, aunque hasta casi las ocho no hemos completado el grupo que se componía de: Quique, Emilio, Emilio II, Andrés, Pepe, Agustín, Miguel, Antonio el del bigote, Esteban, Antonio, Andrés el largo, Juan y un servidor. Hemos dado cuenta de todo lo que ha caído en la mesa: bravas, tortilla, panceta, chorizo, longaniza, sardinas, lacón y alguna cosa más que seguro olvido.

Ha sido una bonita ocasión de reunirnos todos (lástima por Norberto que no ha podido venir) no sólo para correr, sino para contarnos nuestras desventuras, eso sí, casi todas relacionadas con correr. Lo mejor que hemos oído es que el padre de Quique (que también corre en el parque) ha sido operado de un tumor en un riñón y que ya está en casa. Parece que ha evolucionado muy bien, aunque le han hecho una bonita costura de 45 puntos. Esperemos que se recupere Quique papá y que no haya sido más que un susto.

Merendola en la terraza del rugby
Merendola en la terraza del rugby

Merendola en la terraza del rugby
Merendola en la terraza del rugby, desde el otro lado

Emilio II

Después de llevar sin correr desde la carrera del Zofío (21 de junio) hoy me he decidido a correr unos kilometrillos para ver como iban mis pies. Así que a las siete y media estaba en Pradolongo donde he podido conocer a Emilio, al que he apodado Emilio II para distinguirle de Emilio el hombre radiactivo. Según parece, el nuevo Emilio ya lleva unos días entrenando con nuestro grupo, según me ha contado Andrés.

He querido ir tranquilo por miedo a mis pies y a la lesión y en vez de seguir a los Emilios he ido con Miguel que iba con más calma. Luego se ha acoplado Andrés y hemos ido tranquilos, a un ritmo de 5:30. Habré hecho unos 5,5 km en poco más de media hora. No está mal para llevar tanto tiempo parado. Además no me ha molestado la lesión y el pie tampoco me ha dado mucha guerra. Por lo tanto, perfecto.

Hemos quedado para el jueves para tomarnos unas cervezas y unas raciones y celebrar la llegada de las vacaciones… para algunos.

Voy cogiendo el golpe de pedal

Hoy he salido por el carril bici de San Martín de la Vega, pero sólo he llegado hasta la Marañosa. No quería hacer mucho porque luego íbamos a la piscina de Villalba. Parece que ya voy cogiendo el golpe de pedal, voy pedaleando más cómodamente y mi culo se va acoplando al sillín. He hecho como 1h30 en aproximadamente 40 km. Nada del otro mundo, pero tampoco pretendo mucho más, sólo descansar un poco mis maltrechos pies, ya que desde el jueves tengo despellejada la zona del pie derecho donde más ampollas por centímetro cuadrado tenía. Ahora me duele un poco cuando camino.

Máquina de correr
This is the machine

De la bici a la piscina

Hoy también he ido a trabajar en bici. No tenía pensado hacer nada por la tarde, pero la familia se ha ido a la piscina de otro familiar y me he animado a ir en bici. La piscina está muy cerca de Villanueva del Pardillo, por lo que no está muy lejos de casa (Madrid -> Pozuelo -> Majadahonda -> Villanueva), aunque el camino más corto es por carreteras de muchos carriles, totalmente suicida para una bici.

Así que he salida sobre las siete menos cuarto, con una temperatura de 42º, hacia Pozuelo, buscando una carretera comarcal que va hasta Majadahonda, que recordaba de tiempos pretéritos. He dado unas cuantas vueltas hasta que he conseguido llegar a Pozuelo pueblo de donde sale la carretera. De Pozuelo a Majadahonda hay un carril bici que durante muchos kilómetros va paralelo a la carretera, pero eso no lo sabía, por lo que he ido por la carretera. En Majadahonda, también he dado unas cuantas vueltas (menos que en Pozuelo) para encontrar la carreterilla que va hacia Villanueva del Pardillo y que pasa por encima de la M-50.

Total, que he hecho bastantes kilómetros más de los que hay desde mi casa a la piscina. Al llegar, estaba bastante acalorado y me aconsejaron no meterme de sopetón. Menos mal que no hice caso y ese baño me sentó, como diría mi amigo Juan Ignacio, de putísima madre.

Después de un reconfortante baño
Después de un agradable baño