Ya metidos en pleno verano y con mucho calor, hemos planeado hacer una merendola comunitaria los corredores de Pradolongo. Es imposible reunir a todos, así que, los más allegados. A las siete y media hemos quedado en la terraza del rugby, aunque hasta casi las ocho no hemos completado el grupo que se componía de: Quique, Emilio, Emilio II, Andrés, Pepe, Agustín, Miguel, Antonio el del bigote, Esteban, Antonio, Andrés el largo, Juan y un servidor. Hemos dado cuenta de todo lo que ha caído en la mesa: bravas, tortilla, panceta, chorizo, longaniza, sardinas, lacón y alguna cosa más que seguro olvido.
Ha sido una bonita ocasión de reunirnos todos (lástima por Norberto que no ha podido venir) no sólo para correr, sino para contarnos nuestras desventuras, eso sí, casi todas relacionadas con correr. Lo mejor que hemos oído es que el padre de Quique (que también corre en el parque) ha sido operado de un tumor en un riñón y que ya está en casa. Parece que ha evolucionado muy bien, aunque le han hecho una bonita costura de 45 puntos. Esperemos que se recupere Quique papá y que no haya sido más que un susto.
Merendola en la terraza del rugby
Merendola en la terraza del rugby, desde el otro lado