Como el domingo que viene no puedo correr la carrera de Usera, decidí a última hora apuntarme a esta carrera que también se celebra cerca de mi casa. Y la verdad es que fue un acierto, porque ha sido una de las carreras más bonitas que he corrido. Primero porque toda la prueba transcurre dentro del parque (cosa que no ocurría antes) y segundo porque la nieve había dejado un paisaje singular y realmente precioso.
Llegué a la carrera sin muchas ganas de correr porque ando un poco tocado de los dos tendones de aquiles y la presencia del frío, la nieve y el hielo no invitaba a correr, la verdad. Pero una vez puesto en la línea de salida olvidé todas las zarandajas y me puse a correr como si en ello me fuese la vida. La salida se da en la parte más alta del parque en una avenida asfaltada. En esa parte, el suelo estaba bien y se podía correr deprisa ya que además era en ligera bajada. Al llegar a un aparcamiento que hay junto a la A-4, se abandona la pista asfaltada y la carrera se interna en senderos de tierra, un tramo de carril bici y en ocasiones suelo de madera que era lo más peligroso porque era lo que más resbalaba. Parece que el punto más difícil del circuito era pasado el km 3, justo después de un estrecho puente que cruza el Manzanares. Justo al cruzar el puente había que hacer un giro de noventa grados y el piso estaba helado. Más de uno besó el suelo y eso que había una persona de la organización indicando que tuviésemos precaución en ese punto.
En los tramos de nieve, se podía correr bien, sin embargo, en algunos tramos de hielo había que tener mucho cuidado y clavar bien los talones para no resbalar. Eso mermaba la velocidad.
Al pasar por el km 5, mi cronómetro marcaba 21:31 por lo que pensé que quizás aplicándome un poco podía bajar de los 43 minutos. Sin embargo, había salido demasiado rápido y en la segunda vuelta no fui tan deprisa como me hubiera gustado. Además el final es una rampa de unos 400 metros con suelo de madera que estaba, también, algo resbaladiza. Aunque eso no quitó que en los últimos metros apretara los dientes para arañar algunos segundos al cronómetro. Paré mi reloj en 43:12. En la clasificación atletismomadrid.com aparezco con un tiempo oficial de 43:10 y un tiempo neto de 42:57.
La organización me pareció perfecta. La inscripción la hice por internet. No tuve problemas para encontrar el dorsal adjudicado, ni para recoger el chip y el dorsal. Un poco más me costó dejar la ropa en el guardarropa, pero no mucho. Tampoco tuve problemas para ir al servicio. El circuito estaba señalizado cada 500 metros y la distancia era homologada, ya que después de la carrera popular se celebró en el mismo circuito el Cpto. de Madrid de atletas veteranos. Había una alfombra para cronometraje en la salida, en el km 5 y en la llegada. Todo un despliegue. A la llegada nos dieron una bolsa con dos camisetas, agua, zumo, coca-cola y un plátano. También unas ampollas con ¡¡agua de mar!! que supuestamente son la panacea para la recuperación. Una bolsa que sin ser la pera limonera, no estaba nada mal. Todo por 8 €.
Además de la carrera popular, anteriormente se habían celebrado carreras para niños. Luego se celebró el Cpto. de Madrid de veteranos como ya he apuntado y para poner la guinda a la tarta, la mañana terminó con una carrera sólo para mujeres. Desde luego, toda una maratón de organización.
Mucha nieve durante el recorrido
La verdad es que he me ha gustado mucho esta carrera, que apuntaré en mi calendario para años venideros. Totalmente recomendable.