Casi un mes después de la maratón he participado en una carrera. Se trata de la VIII edición de la media maratón de Ávila, donde ya participé hace un par de años. En aquel entonces nos quedamos después a comer, pero este año no habíamos quedado, por lo que fue llegar, correr y volver.
Después de la media de Ávila
Entre que andaba algo molesto con el tendón de Aquiles y que la semana que viene voy a ir al cross de los tres refugios, tampoco tenía muchas intenciones de darme la paliza. Así que salí con JuanMa tranquilamente.
Sobre el kilómetro 18 adelantamos a Goyo, un compañero del equipo que había salido con muchas ganas y que estaba pagando el esfuerzo realizado. Y es que no sé si por el calor o por el cansancio todavía de la maratón, la carrera se hizo dura.
Al final se nos fueron las dos horas por poco, ya que realizamos un tiempo oficial de 2:00:49 y es que la subida final a las murallas agarran de verdad, ¿no es así Goyo?
La organización fue modesta pero digna. Abundante avituallamiento en meta, con cerveza fría y montados de salamí, que a todos nos supieron a gloria.
Resultó curioso ver rodar por allí a Ramiro Matamoros y a Fabían Roncero, el actual recordman español de maratón que aunque no participaban en la carrera iban por allí rodando. Bueno rodando para ellos, que a mí me parecía que iban volando.