Sobre las Glide 7

El 21 de abril de este año estrené unas Adidas Supernova Glide 7. Cinco días después corrí la maratón de Madrid con estas zapatillas. Cero molestias. Ese fue su primer punto a favor. Y un punto muy importante.

Llevo con ellas unos 850 km y debo decir que son las mejores zapatillas que he tenido nunca… Al menos que yo recuerde. De hecho, las próximas que compre van a ser las mismas. Normalmente, cuando llevo tantos kilómetros ya empiezan las zapatillas a romperse por algún sitio, principalmente por la parte interna, pero éstas están aguantando como unas campeonas.

De todos modos, no sería la primera vez que me ocurre que compro un par y estoy totalmente convencido y luego compro otro y no son iguales. Espero que esta vez no sea así y pueda disfrutar al menos mil kilómetros con ellas.

Todavía con mis zapas viejas, hemos hecho el típico entrenamiento a umbral, que nos va a venir de perillas para la media. Cinco kilómetro tranquilos para poner las piernas a tono y luego cinco tratando de mantener 4:20. Han salido los kilómetros a 4:25, 4:20, 4:16, 4:17 y 4:24. A una media de 4:21, sólo un segundo por encima de lo previsto. Bastante bien.

En total han sido 10 km en un tiempo de 49:39 @ 4:58 min/km. Una media por debajo de cinco, algo extraño entre semana.

Cambiaron las temperaturas

Estamos gozando de un otoño bastante cálido, pero esta semana han bajado las temperaturas. Así que hoy ha sido día de estreno de la manga larga. Utilizo la técnica de coger la camiseta que está más abajo en el cajón y hoy ha tocado la que nos dieron en la media de Cantalejo, que es un poco llamativa. Y más llamativa ha quedado todavía después de venir de entrenar…

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Extraña sudada

Solemos tomarnos los martes con calma para hacer el jueves algo de calidad y hoy no ha sido una excepción. Una primera vuelta tranquila y una segunda, también. Así, he hecho 10 km en 54:45, un bonito tiempo capicúa.

Una barbaridad

Como todos los sábados, lo primero que hago es ir al servicio a soltar lastre y luego me subo a la báscula. Hoy marcaba 68,5 kg, cien gramos más que la semana pasada. Después de volver del entrenamiento, que ha sido durillo, he notado ciertas molestias en la tripa y he tenido que soltar lastre con urgencia. Por curiosidad me he vuelto a subir a la báscula y ahora marcaba 66,7 kg.

Es una diferencia de 1,8 kg que me parece una barbaridad después de un entrenamiento de 18 km. Puede ser un problema de que por el sudor me deshidrato o a que no había soltado suficiente lastre antes de salir.

Había quedado, una vez más, con Miguel a las 8:30 para ir al Parque Lineal a hacer un entrenamiento largo. Tres kilómetros de calentamiento hasta llegar al parque y una vez dentro, cuando el reloj pita ese tercer kilómetro, a tratar de mantener un ritmo de 4:30 durante doce kilómetros.

Acabábamos de empezar a ese ritmo de 4:30 cuando nos ha adelantado Roberto Álvarez, habitual del parque, que nos ha adelantado como si tal cosa. Si a nosotros ese ritmo de 4:30 nos parece exigente, para Roberto no debe ser ni de calentamiento.

Hacía buena temperatura para correr. Algo de fresco y sol. De hecho había bastante gente por el parque, sobre todo gente en bici y paseando. También gente corriendo, por supuesto.

Debe notarse los otros días que hemos hecho por aquí, porque mantuve más o menos decentemente el ritmo de 4:30 durante los 12 km. De hecho, hicimos esos 12 km en un tiempo de 53:42 @ 4:29 min/km.

Entre los tres kilómetros de calentamiento, los doce a ritmo controlado y los tres de enfriamiento totalizamos 18 km en un tiempo de 1:25:49 @ 4:46 min/km. Esta es la distancia más larga que voy a hacer de cara a la media de Villaverde.

Relajar los pies

Llevo últimamente con molestias en el tendón de aquiles de la pierna izquierda. Hoy iba observando que quizás llevo los pies demasiado tensos dentro de las zapatillas y que debería llevarlos más relajados. Creo que al llevar los pies tensos provoca que la amortiguación no sea adecuada y eso se transmite a los tendones de aquiles y a las rodillas. Lo digo sin conocimiento de causa, sólo por las sensaciones que tengo.

También es cierto que últimamente llego muy apurado de tiempo a casa y salgo a entrenar sin estirar y eso también se nota, que tengo comprobado que esos estiramientos de los gemelos me viene fenomenal.

Después de la primera vuelta a ritmo tranquilo, hemos apretado en la segunda para tratar de hacer cinco kilómetros a ritmo umbral, sobre 4:20. Y nos han salido bastante bien, porque algunas veces el primer kilómetro cuesta, ya que si se hace el quinto a 5:48, hay que hacer el siguiente minuto y medio más rápido.

Salieron los cinco kilómetros a umbral a 4:21, 4:19, 4:20, 4:17 y 4:20 a una media de 4:19. Cumpliendo el objetivo perfectamente, dando por recuperadas las piernas de la carrera del domingo.

Entre la primera vuelta de calentamiento y la segunda a umbral, hice 10 km en 51:07 @ 5:06 min/km

Muy feliz

Hoy Joaquín estaba muy feliz, exultante diría yo. La carrera del domingo, en la que bajó de cuarenta minutos tiene la culpa. Resulta que no bajaba de esa barrera de los cuarenta desde hace la friolera de 17 años. No me extraña que estuviera así.

Joaquín es un atleta al que da gusto verle correr. Lleva un montón de años corriendo, unos veinticinco, y ahí sigue el tío al pie del cañón. Me cuenta que empezó con dos hermanos suyos y éstos consiguieron mejores marcas, pero Joaquín los ha superado a ambos, porque de nada sirve correr muy deprisa si luego lo dejas.

Fuimos también relajados durante el recorrido, Joaquín además iba prácticamente levitando, y completamos 10 km en un tiempo de 57:08 @ 5:42 min/km.

En la entrada de la carrera no quise poner nada del peso, así que lo pongo hoy. El domingo, antes de salir de casa hacia la salida, marcaba la báscula 68,4 kg, lo que indica que la cosa va bien, ya que quedan dos semanas y sólo trescientos gramos para cumplir el segundo hito del reto.

Otra vez he vuelto a picar

Otra vez que voy a participar, si no pasa nada raro, en la pachanga de las aficiones. Dije en mi segunda participación que no lo iba a hacer más, pero este año he decidido participar para ayudar (o intentar ayudar) a mi compañero Joaquín a bajar de cuarenta minutos.

Es por esto, que hoy igual que el martes, nos lo hemos tomado con muuuucha calma, ya que según Joaquín, hay que llegar el domingo con hambre de correr. Así que esta semana ha sido una semana de relax.

Suele bajar Emilio los jueves y éste no ha sido una excepción. Baja antes que nosotros, se hace unos kilómetros, nos espera en el punto de encuentro, hace una vuelta con nosotros y luego se vuelve a casa. Entre unas cosas y otras, seguro que acaba haciendo más kilómetros que yo.

Además, hoy también ha bajado Miguel, mi compañero de los sábados. De este modo, nos hemos juntado cuatro, que es todo un récord últimamente.

Tengo un duelo pendiente con un chico, que me dijo que me iba a pulir en un mil. Así que hoy he aprovechado para probarme, a ver en cuento puedo hacerlo. Y no he acabado muy contento con la prueba. Pensaba que podía estar por 3:35 – 3:40, pero me he ido a 3:47. Quizás debido a que he salido demasiado deprisa, ya que en la primera mitad sí iba sobre 3:30, pero luego me he hundido un poco y he subido a ritmos cercanos a cuatro. En la gráfica se puede ver bien ese kilómetro.

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Un kilómetro a tope

Aparte de ese kilómetro, los demás han sido muy tranquilos. Tanto que hemos completado 10 km en un tiempo de 56:28 @ 5:38 min/km.

Estoy convencido de que Joaquín va a bajar de cuarenta. Seguro.

Cuatro días seguidos no son buenos

Cuatro días seguidos entrenando es mucha tela para mí, para mi rodilla y para mis tendones de aquiles; pero hoy martes no iba a dejar solo a Joaquín, que últimamente sólo bajamos los dos.

Y la verdad es que se notaba esos tres días anteriores porque además de cansado me veía con molestias por todos sitios. Menos mal que ninguno de los dos teníamos ganas de apretar y vaya si se notó, que hicimos una media de casi seis minutos en los poco más de diez kilómetros de entrenamiento.

Nunca viene mal un día de este tipo, donde cansar no te cansas mucho, pero hablas de lo lindo y eso también es bueno. Hoy el tema estrella era la carrera del domingo, en la que Joaquín quiere bajar de cuarenta minutos. Él decía que en esta semana no había que forzar lo más mínimo, que había que llegar el domingo con las piernas frescas. Totalmente de acuerdo.

Entre charla y charla, fueron pasando los kilómetros y completé 10,4 km en un tiempo de 1:01:40 a un ritmo brutal de 5:55 min/km. Que no es un ritmo muy rápido, pero bonito sí lo es con tanto cinco.

¡Qué bonito! ¡Qué chulo!

Esa fueron las palabras de una amiga que me acompañó en el entrenamiento de hoy por el Parque Lineal, al llegar a la nueva variante que han hecho al final del parque, con el nuevo puente y el tramo asfaltado. He hablado tantas veces ya de esta variante que alguno debe pensar que estoy encantado… Y no el falta razón. A mí también me gusta.

Después de salir el sábado y darme una buena paliza y de salir ayer con la bici y acabar también algo cansado, hoy no tenía pensado salir a correr, pero como es festivo en Madrid una amiga me animó a que la acompañase y como soy débil, no pude negarme.

Ella tenía ganas de conocer esta nueva variante así que fuimos hasta aquí y la verdad es que a ella también le gustó.

No fuimos tan deprisa como el sábado cuando fui con Miguel, pero esta chica también está muy bien y fuimos a un buen ritmo, totalizando 16 km en 1:24:49 @ 5:18 min/km.

La semana pasada no fue la última

Decía que la semana pasada había sido la última salida del año en bicicleta, pero no ha sido así. Hoy me he levantado y he visto que hacía sol, así que no me lo he pensado dos veces y me he disfrazado de ciclista y he salido, ¡cómo no! rumbo a San Martín de la Vega. Esta vez he ido solo, no con mi compañera habitual de correrías.

No sé muy bien el motivo, pero no suelo ir por el carril bici que rodea Perales del Río, sino por la carretera M-301 que también rodea Perales del Río, pero de maneja algo menos «ajustada». De tal modo, que yendo por el carril bici se hacen un par de kilómetros más que por la carretera.

Como iba yo solo y el viento soplaba a favor, he ido más deprisa de lo habitual y en menos de una hora ya estaba en la terraza del San Marcos dispuesto a comerme la habitual barrita (o barraza) de tomate con aceite. Y he debido llegar en el peor momento (sobre las 10:30) porque estaba todo repleto de ciclistas y paisanos desayunando, así que me ha tocado desayunar en la barra. No he podido disfrutar del desayuno en la terracita.

Después del desayuno, de vuelta a Madrid, que notaba las piernas algo cansadas del entrenamiento de ayer. Llegando por el carril bici a Madrid, cerca de la gasolinera que hay en la M-301 entre Perales del Río y Villaverde me he dado cuenta que hay un camino que empalma con el tramo que hicieron nuevo en el Parque Lineal. Me he metido con la bici y, efectivamente, no habrá ni trescientos metros del carril bici al carril del Parque Lineal, por lo que sería un buen detalle que este tramo lo asfaltaran y de este modo, se podría salir de Madrid y llegar a San Martín de la Vega sin tener que ir por ninguna carretera.

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Detalle de uno de los puentes que atraviesa el Manzanares, muy cerquita del carril bici de San Martín

Espiando al enemigo

Hoy he quedado de nuevo con Miguel a las 8:30 para hacer una tirada larga por el parque Lineal. Si la semana pasada fueron 16 km los que hicimos, hoy hemos aumentado un kilómetro más, para ir en progresión con la mente puesta en la media de Villaverde donde veremos el interesante duelo Joaquín vs. Miguel.

Como entreno martes y jueves con Joaquín y algún sábado con Miguel, siempre le digo a Joaquín que voy los sábados a espiar a su enemigo. Y la verdad, lo único que puedo decir es que Miguel está muy bien. De los 17 km que hemos hecho de entrenamiento, 11 km han sido a un ritmo controlado de aproximadamente 4:30, que al final, echando cuentas, he visto que han sido 4:31. Y mi tocayo se ha metido esos 11 km casi sin despeinarse y yo, por el contrario, iba ya con la lengua fuera en los tres o cuatro últimos kilómetros.

De nuevo hemos vuelto a hacer el bucle del puente nuevo. La verdad es que me gusta más así, hacer ese bucle y no tener que volver como hacíamos antes, cuando se acababa el circuito así, de repente.

De este modo, haciendo tres kilómetros de calentamiento, luego once a un ritmo aproximado de 4:30 y otros 3 km de enfriamiento, hemos totalizado 17 km en un tiempo de 1:22:15 @ 4:50 min/km. Un buen entrenamiento, sin duda.