Emilio II

Después de llevar sin correr desde la carrera del Zofío (21 de junio) hoy me he decidido a correr unos kilometrillos para ver como iban mis pies. Así que a las siete y media estaba en Pradolongo donde he podido conocer a Emilio, al que he apodado Emilio II para distinguirle de Emilio el hombre radiactivo. Según parece, el nuevo Emilio ya lleva unos días entrenando con nuestro grupo, según me ha contado Andrés.

He querido ir tranquilo por miedo a mis pies y a la lesión y en vez de seguir a los Emilios he ido con Miguel que iba con más calma. Luego se ha acoplado Andrés y hemos ido tranquilos, a un ritmo de 5:30. Habré hecho unos 5,5 km en poco más de media hora. No está mal para llevar tanto tiempo parado. Además no me ha molestado la lesión y el pie tampoco me ha dado mucha guerra. Por lo tanto, perfecto.

Hemos quedado para el jueves para tomarnos unas cervezas y unas raciones y celebrar la llegada de las vacaciones… para algunos.

Voy cogiendo el golpe de pedal

Hoy he salido por el carril bici de San Martín de la Vega, pero sólo he llegado hasta la Marañosa. No quería hacer mucho porque luego íbamos a la piscina de Villalba. Parece que ya voy cogiendo el golpe de pedal, voy pedaleando más cómodamente y mi culo se va acoplando al sillín. He hecho como 1h30 en aproximadamente 40 km. Nada del otro mundo, pero tampoco pretendo mucho más, sólo descansar un poco mis maltrechos pies, ya que desde el jueves tengo despellejada la zona del pie derecho donde más ampollas por centímetro cuadrado tenía. Ahora me duele un poco cuando camino.

Máquina de correr
This is the machine

De la bici a la piscina

Hoy también he ido a trabajar en bici. No tenía pensado hacer nada por la tarde, pero la familia se ha ido a la piscina de otro familiar y me he animado a ir en bici. La piscina está muy cerca de Villanueva del Pardillo, por lo que no está muy lejos de casa (Madrid -> Pozuelo -> Majadahonda -> Villanueva), aunque el camino más corto es por carreteras de muchos carriles, totalmente suicida para una bici.

Así que he salida sobre las siete menos cuarto, con una temperatura de 42º, hacia Pozuelo, buscando una carretera comarcal que va hasta Majadahonda, que recordaba de tiempos pretéritos. He dado unas cuantas vueltas hasta que he conseguido llegar a Pozuelo pueblo de donde sale la carretera. De Pozuelo a Majadahonda hay un carril bici que durante muchos kilómetros va paralelo a la carretera, pero eso no lo sabía, por lo que he ido por la carretera. En Majadahonda, también he dado unas cuantas vueltas (menos que en Pozuelo) para encontrar la carreterilla que va hacia Villanueva del Pardillo y que pasa por encima de la M-50.

Total, que he hecho bastantes kilómetros más de los que hay desde mi casa a la piscina. Al llegar, estaba bastante acalorado y me aconsejaron no meterme de sopetón. Menos mal que no hice caso y ese baño me sentó, como diría mi amigo Juan Ignacio, de putísima madre.

Después de un reconfortante baño
Después de un agradable baño

Al trabajo en bici

Para ir cogiendo el puntillo con la bici, hoy he venido al trabajo en bici, por lo que tendré que volver también con ella. No son muchos kilómetros, algo más de doce, pero ahora mismo me noto con las piernas cansadas y es que el recorrido es todo el rato subir y bajar. Es lo que tiene Madrid, que hay poco llano.

De nuevo con la bici

Como estoy algo renqueante todavía del gemelo, he pensado que quizás con la bici me molestaría menos. Así que me he levantado pronto y he salido por el carril bici hacia la Casa de Campo, como cuando hacía los entrenamientos para los 100.

Carril bici
Carril bici a la altura de Carabanchel Alto

Cuando he llegado a la altura del puente de la culebra, he tirado por el carril en sentido antihorario hacia el lago, para subir luego hacia el cerro de Garabitas, donde he visto un montón de conejos.

Desde Garabitas hacia el teleférico, bajar a lago y subir hacia Prado del Rey, donde me he encontrado un carril bici nuevo que me ha acabado llevando hasta la Ciudad de la Imagen. He dado la vuelta hacia Madrid, entrando por Aluche hasta el Parque de las Cruces donde he cogido el carril bici de nuevo hasta casa.

He estado algo más de dos horas en bici y el gemelo no me molestaba excepto cuando botaba por el mal estado del firme.

Pequeña rotura

Acabo de venir de ver a Josefa, mi fisioterapeuta, por el dolor e inflamación que tenía en el gemelo izquierdo, justo en el centro. Me ha comentado que es una pequeña rotura fibrilar y que debo estirar muuucho antes de empezar a correr y que ahora, los primeros días me dé una crema calentadora, como radio salil, antes de salir a correr. También me ha comentado que me ponga hielo. Calor antes de salir y frío después.

Me estuvo haciendo sus típicos estiramientos y luego me metió los dedos en el gemelo en la parte de arriba que me hizo un daño feroz. Decía que era para separar las fascias.

Para terminar, me puso una cinta azul de las que ahora se ven mucho. Se supone que es para tener estirada esa zona.

Apaño en la pierna
Curioso apaño en la pierna

Concierto de rock

Ahora que estoy lesionado aprovecho para escribir sobre otros temas no relacionados con el entrenamiento o las carreras.

Acabo de llegar de la Escuela Municipal de Música Maestro Barbieri, donde he escuchado el concierto fin de curso de la banda de rock. Iba con la idea de ver a Javi, que toca el bajo, y pensaba que no iba a ser nada del otro mundo, pero he salido E-N-T-U-S-I-A-S-M-A-D-O, ha sido una pasada, me ha encantado. Me ha dado pena no avisar a Eduardo, que seguro le hubiese gustado. Han tocado una docena de temas, de grupos como Deep Purple, AC/DC, Coz, Rosendo y de alguno más que ya no recuerdo.

VIII Carrera popular barrio del Zofío

Hoy domingo se ha celebrado en mi barrio, la Carrera popular barrio del Zofío. Justo antes de empezar la prueba me encontré con Iván, un compañero de equipo que se había apuntado a última hora. Yo no tenía que haber participado después de los 100 km de la semana pasada, pero al final lo hice porque la salida está cerca de mi casa. El problema es que al poco de salir noté que el gemelo izquierdo me tiraba mucho, sobre todo en las bajadas, pero cabezón que es uno… hoy estoy medio cojo. Espero que el problema no sea demasiado grave. Ya he llamado a Josefa para ver si consigue apañarme aunque sea un poco.

Se trata de una carrera de barrio donde la participación es escasa, aunque de bastante nivel entre los primeros y donde la AAVV del barrio hace todo lo que puede para organizar lo mejor posible la prueba. Lo mejor es que al haber tan poca gente, no hay colas de ningún tipo ni apreturas en la línea de salida ni durante la prueba. La carrera se hizo durilla ya que consta de continuos toboganes, aunque la dureza se vio mitigada porque el calor no apretó demasiado y corría algo de marea fresquita.

Salí con la idea de ir tranquilo y aún así me tiraba el gemelo izquierdo. Aguanté como pude hasta el final y llegué haciendo un tiempo penoso de 54:44.

La bolsa del corredor bastante bien para el precio de la carrera (3 €) con camiseta conmemorativa de algodón, una gorra, un plátano, una botella de agua, un bote de refresco y una barrita de cereales. Además de un numerito para un sorteo en el que, por supuesto, no me tocó nada de nada.

Prefiero, cada vez más, estas carreras de barrio que las carreras multitudinarias de las que tanto abundan. Que aparte de que son cada vez más caras, el mogollón de gente es mayor y hace más difícil todo: recoger el chip, cola para dejar la bolsa en el guardarropa, apreturas en la línea de salida, apreturas y codazos durante la carrera, cola para recoger la bolsa, etc. Un verdadero horror.

Agua, sal y vinagre

Agua, sal y vinagre es el remedio que me han recomendado para las ampollas. Y que no me las explote, por supuesto. El caso es que como tampoco tengo muchas ganas de correr esta semana, he hecho caso a las recomendaciones y lo cierto es que estoy bastante mejor. De hecho hoy empiezan a picarme, cosa que, supuestamente, es una señal de que se están curando. De todas formas, desde el miércoles ando con perfecta normalidad. Veremos si me recupero para el domingo para la carrera del barrio.

Secuelas de los 100

Pasados dos días después de la prueba, es momento de hacer un repaso de mi estado físico después del fin de semana.

Tengo siete ampollas. Tres en el pie izquierdo y cuatro en el derecho, aunque el pie izquierdo está casi bien comparado con el otro. En el derecho tengo una ampolla en todo el talón que me impide andar con normalidad. Curiosamente, tengo otra gigantesca al lado del callo y no parece que me castigue mucho. Ayer lunes, casi no podía plantar los pies en el suelo, pero hoy estoy mucho mejor. De hecho he ido a la oficina a trabajar, no como ayer que me quedé en casa.

Para las ampollas, parece que me está viniendo muy bien los baños de agua, sal y vinagre. También me aconsejaron que no me explotara las ampollas (cosa que siempre hago) y que esta vez estoy respetando.

Aparte de las ampollas, me tiran muchos los gemelos, los de las dos piernas. Ya iba tocado del gemelo externo de la pierna izquierda antes de la carrera, pero ahora el de la derecha también está algo raro. De hecho, el domingo no tenía sensibilidad en el gemelo externo derecho, en la parte de abajo. Ya parece que voy recuperando, aunque no está normal del todo.

El domingo tenía hinchada la parte delantera de la pierna derecha, justo arriba del tobillo, y de color rojizo. Hoy ya parece más normal. También vi ayer que los pies los tenía algo hinchados. Tendré que ponerlos para arriba.

Sin embargo, de gemelos para arriba, tengo las piernas en perfecto estado. Me resulta raro que no tenga cargados los cuádriceps, ya que era en las bajadas precisamente donde corría.

Creo que en un par de días más estaré plenamente recuperado.

Hoy me acercaré a ver a mis compañeros de Pradolongo y devolveré a Emilio los utensilios que me dejó para los 100: frontal, gorra de legionario, riñonera y bolsito. De las cuatro cosas, sólo he utilizado el frontal y bien que me ha venido.

Mientras escribo estas líneas, estoy recordando unas palabras que tuvo Isaías con una chica (imagino que la primera clasificada) en el polideportivo de San Sebastián de los Reyes (la chica había vuelto a recoger su mochila). Hablaban de las zapatillas e Isaías comentaba que para esta prueba es mejor zapatillas de trail que de running. Quizás sea mejor probar este tipo de zapatillas si alguna vez vuelvo a participar en esta prueba.