Me desperté, miré el reloj, me hice un lío con lo del cambio de hora y me levanté pensando que era tarde y era todo lo contrario porque el reloj de la cocina marcaba las siete menos cuarto, ¡pero eran las seis menos cuarto! Ya no volví a la cama y desayuné.
Estuve haciendo tiempo porque la carrera comenzaba a las once y media y faltaba un mundo todavía. Estábamos las diez y cuarto en el punto de encuentro donde ya estaba Emilio 1. Como podíamos ir todos en un coche decidimos irnos todos con Emilio.
Dejó Emilio el coche en la Avenida de los Poblados, me bajé y me fui trotando hacia el circuito porque a las 10:40 corría mi sobrino y le quería ver y darle ánimos. Estuve un rato animando y hablando con mi hermana mientras su hijo corría. Cuando acabó fui a retirar el dorsal y al rato aparecieron los compañeros del Club Atletismo Zofío.
Entre dejar la ropa, hacer cola para orinar, saludar a David y charlar un rato con mi hermana, calentamos poco. Dieron la salida y como los primeros metros son favorables, salí deprisa junto a la compañera. Hicimos el primer kilómetro en 4:20 y pensé que a lo mejor podríamos mantener el ritmo, pero el segundo kilómetro de cada vuelta es más duro que el primero y ahí se perdían segundos. Acabando la primera vuelta dijeron a la compañera que iba segunda y la otra a 200 metros y eso nos hizo no bajar el ritmo. Al acabar la segunda vuelta nos dijeron que la tercera ya estaba lejos y no sé si fue por eso o porque yo ya iba cansado, pero iba pensando en que mi sobrino había tenido suerte de haber hecho sólo dos vueltas.
Llegamos a meta con un tiempo según mi cronómetro de 27:11. Según mi reloj hice una media de 4:28, algo más rápido que en Butarque que me salió a 4:31, pero claro, aquí son menos kilómetros por lo que no es difícil ir más deprisa, aunque el terreno sea más complicado.
La entrega de trofeos fue tan rápida que no nos dio tiempo para ir a ver a la compañera en el pódium, fue todo visto y no visto. Después de la carrera fuimos a un bar que estaba cerca de allí, un sitio llamado «Bar de Julio» o algo parecido. Nos invitó Juanqui porque celebraba su 66 cumpleaños. Estando allí me quedé bastante frío porque no me llevé abrigo y aunque era un día soleado, era un día bastante frío. Estaba deseando irme a casa porque me estaba quedando congeladito.
Un comentario en “LXV Trofeo Marathon de cross”