El miércoles, cuatro días antes de la carrera, nos pasamos por la sede de la Asociación Vecinal la Incolora a recoger los dorsales de todos los compañeros del Club Atletismo Zofío que iban a participar en la carrera. La sede de la asociación está en la calle Acebes y cuando llegamos vimos mucho jaleo, como si estuviesen grabando una película o una serie. Efectivamente, cuando entramos en la sede de la Asociación nos confirmaron que estaban grabando una serie y que utilizan su local para temas relacionados con la grabación. Nos llamó la atención ver a un tipo planchando unos pantalones vaqueros.
Recogimos los dorsales y un par de calcetines por cada inscripción, volvimos al coche tratando de refugiarnos de la lluvia y pasamos de nuevo por la calle Acebes para desembocar en el Paseo Talleres y en esa esquina fue donde vi el bar la Muralla. En ese momento me di cuenta de qué iba el tema, ya que muchas escenas de la serie Entrevías se graban en ese bar donde se reúne Tirso Abantos (José Coronado) con su amigo Pepe y Sanchís. Curiosidades de la vida, la serie Entrevías se graba en Villaverde Alto. Y comencé a sospechar que los pantalones vaqueros que planchaban en el local de la Asociación eran los sempiternos pantalones que utiliza Coronado en la serie. No me extrañaría.
Decir que el precio de la inscripción fue de únicamente 5 € de los cuales 2 € iban destinados al proyecto Incofarmacia consistente en comprar medicamentos para los más vulnerables, aquellos que ni siquiera pueden permitírselo. Además en la zona de meta había varias huchas donde poder aportar más dinero para esta iniciativa.
Bueno, centrándonos en la carrera, indicar que la San Silvestre de Villaverde se celebraba el domingo 18 a las once, por lo que habíamos quedado a las diez en el punto de encuentro para irnos desde allí y poder entregar a los compañeros los dorsales. Me levanté a las ocho para desayunar y poder hacer la digestión, pero entre pitos y flautas llegué tarde al punto de encuentro. Menos mal que tenía los dorsales, sino me hubieran dejado tirado, que me lo merecía.
Al contrario que el año pasado, esta vez no llovió y fue raro porque llevamos unas semanas de mucha agua, pero mejor así. Además estaba nublado y no hacía mucho frío, así que era un día inmejorable para correr. Nos juntamos todos los compañeros del Club Atletismo Zofío y nos hicieron una bonita foto.
Fue un placer encontrarnos con Juan Carlos que el hombre anda últimamente con algunos problemas de salud. Eso no fue óbice para que el bueno de Juan Carlos participara en la carrera en su barrio. Bravo por él.
Estuvimos calentando por la zona de tierra donde había varios charcos de tamaño considerable, pensando si era mejor ir por la izquierda o por la derecha para sortear el agua y el barro. Tanto nos entretuvimos con el tema que al final se nos fue el santo al cielo y tuvimos que espabilarnos para llegar a la línea de salida a tiempo.
A las once dieron la salida y me fijé como objetivo que Ninfa, una de las compañeras de equipo, no me sacara mucho tiempo, eso hizo que saliera muy acelerado pasando el primer kilómetro en 3:59 que es un ritmo muy exigente para mí en estos momentos. Creo que esa salida tan rápida me «atufó» y ya fui los siguientes kilómetros cada vez un poquito peor, alejándome más y más de mi compañera, aunque no se me iba demasiado. En la foto, más o menos por el cuarto kilómetro, se puede apreciar que iba ya cascado, cascado.
El quinto kilómetro fue el peor de todos porque es ligeramente cuesta arriba y ahí noté las piernas muy cansadas, más de lo que deberían. Traté de esprintar en la campo de fútbol, ya llegando a meta, para que no me adelantara un corredor que llevaba a rebufo, pero no pudo ser, las piernas no iban. Llegué a meta con un tiempo oficial de 21:41 que coincide con lo marcado por mi cronómetro. Lo más curioso es que en 2019 hice 21:46, en 2021 21:50 y este año un poquito menos, así que me tengo que dar por satisfecho porque han pasado unos años y ahí sigo.
Como suele ser habitual, fueron las féminas del equipo las que hicieron un mejor papel. Ninfa fue tercera de la carrera y tercera de su categoría y la otra compañera fue tercera de la otra categoría. Ambas recogieron un original trofeo.
Después de la recogida de trofeos estuvimos esperando el sorteo, pero no nos tocó nada, así que nos fuimos a un bar del barrio a celebrar la llegada de la Navidad que ya está próxima.
Y con ésta son seis participaciones en el segundo circuito de la Unión de Carreras de Barrio. Si consigo terminar la San Silvestre vicalvareña tendré derecho a un trofeillo por haber alcanzado siete participaciones.
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