XXXIII Carrera popular de Navalcarnero

No conocía esta carrera y por intereses varios me apunté y convencí a un compañero y una compañera del Club Atletismo Zofío para que se apuntaran también, así que el sábado por la tarde sobre las seis y cuarto de la tarde estábamos en la bonita plaza de Segovia de esta localidad.

Los tres compañeros del Club Atletismo Zofío

La carrera para los más mayores comenzaba a las 18:45, pero iba llegando la hora y aún estaban los niños corriendo, por lo que la salida se retrasó un cuarto de hora. Estando tras el arco de salido observé a un montón de gente con la camiseta naranja de Run Martínez que sospeché deberían estar relacionados con David Martínez, el hermano de Chema Martínez. Decir que David fue el vencedor de la prueba.

Calentando habíamos visto la salida, en terreno adoquinado por la plaza para girar a la derecha y comenzar una bonita bajada y que no llegamos a bajar del todo, pero nos hicimos la idea de que si bajábamos nos iba a tocar subir, pero no sabíamos nada mas.

Yo llegué tocado del tendón de Aquiles de la pierna derecha y si hubiese sido una persona normal, con dos dedos de frente, no hubiese corrido, pero como soy corredor, pues corrí. Dieron la salida y al ser sólo seis kilómetros me puse a buen ritmo, pero sin exigirme, que no tenía ni idea de mi estado de forma, pero viendo los kilómetros realizados, muy bien no debería estar.

La carrera se me hizo bastante dura porque era todo el rato subir y bajar, así en las dos vueltas y algunas cuestas largas y duras. Viendo que no iba muy fino pensé que si conseguía mantener un ritmo de 4:30 sería todo un logro. Así que traté de aplicarme en las subidas y bajar lo mejor que pudiera, pero el puñetero tendón me molestaba lo suyo, sobre todo subiendo.

Llegué a meta con un tiempo oficial de 28:09 en una distancia aproximada de 6,2 km. Nada más pasar la meta me colgaron del cuello una bonita medalla, todo un detalle de la organización. Unos minutos más tarde llegó la compañera de club y viendo su cara se podía apreciar que se había esforzado de lo lindo. Algo más tarde llegó el otro compañero.

Como la compañera suele subir al podium estuvimos esperando si la llamaban y mientras pudimos comer melón, sandía, plátano y frutos secos, además de beber agua fresquita. Todo un derroche de viandas que nos vinieron genial para recuperarnos del esfuerzo y que hay que agradecer a la organización por el detalle, que en algunas carreras de renombre te dan una botella de agua y poco más. El caso es que la espera tuvo su recompensa porque la compañera quedó tercera en su categoría. Así que subió al podium, la hicimos unas fotos y ya nos íbamos cuando escuché todo asombrado mi nombre por megafonía que me llamaban al podium. ¡Me quedé alucinado! Había quedado segundo de mi categoría, así que subí al cajón aún sin creérmelo.

Con nuestros trofeos

La verdad es que la carrera es dura, pero merece mucho la pena. Además de la medalla, la fruta y la botella de agua en meta, la bolsa del corredor era bastante atractiva ya que contenía una camiseta, un protector de plástico para que no se moje el móvil, unos cascos y una especie de neceser que se puede utilizar para meter las zapatillas. Todo por 7 €. Muy recomendable, pero hay que venir entrenado para no sufrir tanto en las cuestas.