Como la carrera empezaba a las 10 de la mañana quedamos a las 8:45 en el punto de encuentro y Emilio tuvo el detalle de acercamos con el coche al barrio de Vallecas. Llegamos con bastante tiempo, ya que no está lejos de casa y nos dio tiempo a hacernos una foto y movernos al ritmo de músicas latinas mientras hacíamos tiempo a alguna cosa, porque la carrera empezó diez minutos más tarde.
Tenía previsto un viaje en bicicleta después de la carrera, así que me lo tomé con mucha calma, por ello hice toda la carrera con el gran Emilio, yendo codo con codo desde la partida hasta la línea de llegada. En los primeros kilómetros nos hicieron una bonita foto.
De charleta se nos fueron pasando los kilómetros y llegamos a meta con un tiempo, según mi crono, de 28:31 en algo más de cinco kilómetros. Tiempo que realmente no quiere decir nada ya que se trata de una carrera no competitiva. Todos los participantes que acaban se llevan un arbolito de regalo, aparte de otros muchos que ofrece la organización, pero yo no quise el árbol porque todos los que me he llevado se han acabado secando.
Con el coche de Emilio volvimos al barrio. Yo me fui rápidamente a casa, me vestí de ciclista y me hice 88 kilómetros estrenando una de las alforjas que utilizaré a partir de 28 de junio para hacer un Camino muy particular. Quizás debido al calor se me hicieron bastante duros esos 88 kilómetros, pero hay que ir acostumbrando las piernas al ejercicio de la bicicleta.