He tenido la ocasión de ir a Australia a pasar unos días, concretamente a Sídney y debo decir que lo que he podido ver de allí, merece mucho la pena. Lo malo es que Australia es muy grande y se necesita mucho tiempo y dinero si quieres ver todo. Sólo hemos tenido ocasión de ver Sídney y Melbourne.
Si íbamos a estar allí quince días, no iba a estar parado, sin entrenar, así que salí unos pocos días, tampoco muchos. Antes de irnos para allá estuve buscando un sitio donde entrenar en Sídney y recomendaban un camino que va paralelo a la costa desde la playa de Bondi hasta Cogee o Bronte, que no sé si es lo mismo, pero lo he visto de las dos maneras. Debe ser un sitio muy famoso porque tiene incluso una página web. Son seis kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, pero no llegamos a completarlo en ninguna de nuestras salidas. Hay que decir que es un camino con un montón de escalones tanto de bajada como de subida, por lo que es más para pasear que para correr. Lo más bonito son las vistas al mar y a esas bonitas playas de arena tan blanca y lo que más me llamó la atención fue el cementerio de Waverley en donde había un montón de tumbas mirando al mar. Me recordó la canción de Serrat de Mediterráneo. También me gustaron los graffitis de la playa de Bondi.
El primer día de entrenamiento fue el 5 de febrero. Fuimos por este camino y llegamos hasta la playa de Clovelly y allí nos dimos la vuelta ya que se cumplió el quinto kilómetro y no era cuestión de hacer demasiados kilómetros. Hicimos esos 10 km en un tiempo de 1:04:08 @ 6:24 min/km. Es obvio que no nos matamos, pero no es fácil llevar un ritmo decente con tantos escalones y tanta gente pululando por el camino. Y esa semana sólo entrené ese día 🙁 Eso sí me sirvió para que los de Garmin me regalaran una bonita medalla conmemorativa del Año Nuevo Chino por haber corrido ese 5 de febrero. Por cierto, es increíble la cantidad de orientales que hay en Sídney. Bueno, increíble no, porque Asia oriental está muy cerca de Australia.
La siguiente semana fueron tres días de actividad, de los cuales entrené dos y el último día que estuve en tierras australianas participé en un Parkrun del que ya doy cuenta en otra entrada. Esos dos días de entrenamiento fueron también por ese bonito camino de la costa. El 13 de febrero llegamos casi a la playa de Clovelly, pero nos dimos la vuelta antes y además paramos antes de llegar al punto de partido, de este modo sólo hicimos 9 km en un tiempo de 58:00 en un ritmo también muy cansino, a 6:26 min/km.
El 15 de febrero de nuevo fuimos por el camino costero, pero esta vez nos dimos la vuelta en el cementerio de Waverley. Hicimos sólo 8 km, pero tratamos de hacerlos un poco más rápido que en días anteriores. Esta vez tardamos 49:07 @ 6:08 min/km. Tampoco nos matamos, la verdad, pero insisto que no es un camino para ir deprisa.