Aprovechando que es festivo hoy jueves hemos quedado por la mañana a las nueve. Salimos Quique, mi tocayo y yo únicamente porque nadie más se animó y como no podía ser de otra manera bajamos al río.
En un principio tenía pensado hacer unos cinco kilómetros a ritmo umbral, sobre 4:22, pero ya desde el comienzo vi que iba algo cansado de piernas. Hicimos tres kilómetros de calentamiento hasta llegar a la orilla del río. Ahí aumenté el ritmo y después de ese primer kilómetro más fuerte traté de ponerme a 4:30 y así fuimos tres kilómetros, al lado de mis compañeros, que se dignaron no tirar.
Bueno, faltando como kilómetro y medio para llegar a las tablas sí se puso violento Quique y salió como una exhalación. Nosotros aumentamos el ritmo e hicimos ese medio kilómetro un poco por debajo de 4:10, pero no hubo forma. Quique está a años luz de mí.
Un poco antes de que Quique nos sacara los ojos iba mirando el río y la vegetación del Parque Lineal y me di cuenta lo bonito que está ahora en otoño. Una maravilla. No será el sitio más bonito de Madrid, pero es un lugar que merece mucho la pena.
Desde las tablas fuimos más tranquilos hacia el punto de encuentro donde dimos punto final al entrenamiento y de este modo fueron en total 11,3 km en un tiempo de 56:45 @ 5:01 min/km.