Llegué al punto de encuentro chispeando, pero veía en el horizonte un hermoso arco iris doble, lo que me llevó a pensar que iba a dejar de llover. Me equivoqué de medio a medio porque según íbamos aumentando el número de metros corridos la lluvia iba in crescendo. En esa primera vuelta nos pusimos de agua hasta las orejas, era algo exagerado lo que llovía.
Arcoiris sobre Madrid. Foto obtenida del perfil del Twitter de @ivanrodig
Después de calarnos hasta los huesos empezamos la segunda vuelta lloviendo algo menos, afortunadamente. Como seguía lloviendo y había un montón de charcos, costaba avanzar. De hecho pensaba que iba más deprisa, pero cuando miré el cronómetro vi que iba mucho más despacio, ¡menuda sorpresa!
Bien empapado conseguí terminar las dos vueltas, por lo que hice 9,7 km en un tiempo de 55:14 a un ritmo de 5:40 min/km. Parece que el otoño ya ha llegado y con lluvia, lo cual es una buena noticia.