Sabíamos que el parque Frederiksberg era un sitio bastante bonito y ya que estábamos en Copenhague decidimos salir a correr por ese parque y la verdad es que ha merecido la pena ya que el sitio es precioso. Además tuvimos la suerte de ir cuando aún la nieve lo cubría y eso lo hacía aún más atractivo.
No fue un entrenamiento muy serio. Cada dos por tres estuvimos parando para hacer unas fotos porque realmente merecía la pena hacerlo. Allí encontramos algo que no habíamos visto aún en Copenhague: una cuesta. Efectivamente, el palacio de Frederiksberg está en una pequeña loma, junto al zoo.
Corriendo por la nieve de Frederiksberg
Es un parque bonito y curioso. Se puede encontrar además del palacio un cabaña, un kiosco y un puente chino, un templo dedicado al dios Apis -no sé si romano o griego-, abundantes canales y lagos y un montón de enormes árboles. También había bastantes aves por todos sitios. Pero una de las cosas más sorprendentes es un árbol donde los habitantes de Copenhague cuelgan los chupetes de los niños que dejan de utilizarlos.
Nos dimos un par de vueltas por el parque disfrutando de pisar la nieve y maravillados del paisaje que se nos ofrecía, parando de vez en cuando a tirar algunas fotos, que el sitio merecía la pena. No fue un entrenamiento muy en serio, pero al menos sirvió para mover un poco las piernas.
Entre la ida y la vuelta al parque y el par de vueltas que nos dimos por allí totalizamos 8,38 km en un tiempo de 46:37 @ 5:34 min/km.