La lluvia es un acicate

Cuando hemos salido hacía bastante aire y frío, pero al poco de comenzar a correr ha empezado a llover ligeramente, eso ha provocado que inconscientemente hayamos aumentado el ritmo, quizás con la idea de acabar antes y mojarnos lo menos posible.

Ha sido una idea no muy buena porque Emilio ha empezado a perder comba y Joaquín al poco, también; sin embargo mi tocayo y yo espoleados por la lluvia hemos aumentado el ritmo poco a poco y al menos yo trataba de alcanzar un ritmo de crucero sobre 4:18, pero no lo he conseguido. Desde luego hoy no era el día más propicio para hacer un entrenamiento de este tipo porque estaba el suelo muy blando y en algunos tramos el aire soplaba de lo lindo en contra. Aún así, aunque no hayamos ido tan deprisa como pretendía, el entrenamiento ha sido de los que curten.

Lo cierto es que la lluvia no ha durado mucho y es cosa de agradecer porque olvidé protegerme los pezones al salir y cuando he llegado a casa ya los tenía rozados y si hubiese llovido más hubiera llegado hecho un cristo.

Hoy salí un poco antes por lo que cuando llegué al punto de encuentro ya llevaba una milla en las piernas, así que hoy han salido más kilómetros de lo habitual, en total 11,3 km en un tiempo de 56:15 @ 4:57 min/km.

Una de las medidas del estado de forma es ver el tiempo que se tarde en dar una vuelta, que son unos 4,8 km. Bajar de 20 minutos es estar muy bien y hacerlo en 20:55 como he hecho yo hoy, no está nada mal. Así que contento.