18 km no fueron nada

Contaba en la entrada del día anterior que había salido a correr con un remordimiento grande de conciencia. Pues bien, un día después todavía no se me ha pasado, así que me levanté con la idea de hacer bastantes kilómetros también, ya que los 18 km de ayer no fueron nada.

Había quedado de nuevo con mi tocayo después del «fiasco» de ayer y esta vez sí coincidimos, además ambos con la idea de hacer una buena kilometrada. Y para hacer kilómetros lo mejor es bajar al Parque Lineal.

Fuimos para allá un poco por encima de cinco y luego a la vuelta apretamos un poco, pero yo notaba las piernas cansadas del día anterior y me costaba llevar un ritmo alegre, pero tiré de arrestos y me defendí lo mejor que pude.

Hoy hacía más frío y encima estaba nublado, así que el paisaje no era ni mucho menos tan atractivo como el día de antes y además olvidé los guantes, así que llevaba las manos como para dar masajes.

Hicimos el circuito de ida y vuelta habitual por el Parque Lineal pero a la vuelta, en vez de subir por las maderas, dimos una pequeña vuelta para meter más kilómetros y en Pradolongo estuvimos mirando una parte del circuito de cross que no tenemos clara aún. Totalizamos poco más de 17 km en un tiempo de 1:30:18 a un ritmo de 5:17 min/km. De este modo, 17 de hoy y 18 de ayer, se me va limpiando un poco la conciencia.

3 opiniones en “18 km no fueron nada”

  1. Hola compañero. Llevo casi un año corriendo, después de muchos sin hacerlo, y me sorprende que luego de hacer un día 18 Km, te «casques» 17 entre pecho y espalda sin haber descansado. Se por tu blog que llevas años corriendo, pero he leído que tan importante es descansar como correr. Qué me dices?
    Saludos. Es un placer leer tus posts.

    1. Hola:

      No soy de mucho correr; sin embargo, una compañera pradolonguera se mete un día sí y otro también 18 km. Yo lo hago como una cosa excepcional y como mucho dos días seguidos, tres ya me cuesta. Por otro lado, si entrenas para una maratón, no es mala cosa hacer un día duro y al día siguiente otro largo para que cuando empieces ese segundo día ya lleves las piernas «tocadas» y emules de alguna manera los últimos kilómetros de la maratón.

      Como bien dices, tan importante es descansar como entrenar. Si no descansas, no hay forma de asimilar el entrenamiento y acabas más quemado que la pipa de un indio.

      Saludos.

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