Hoy he salida a entrenar tarde para no variar, aunque no demasiado tarde; sin embargo, no había nadie allí. He aprovechado para estirar y viendo que no venían, he salido. He pensado que tal vez al salir ayer, alguno se lo pensaría y se quedaría en casa… como a mí se me había pasado por la cabeza.
Llevaba unos setecientos metros cuando me los he encontrado. Iba un grupo con Emilio, Joaquín y Ángel. Me he unido al grupo, por supuesto, y lo cierto es que íbamos muy despacio. Tampoco me importaba demasiado, tenía pensado apretar un poco en la segunda vuelta.
Al terminar la primera, Emilio se ha ido, como suele hacer y poco después Ángel ha empezado a notar molestias en el gemelo, por lo que se ha parado. Me he quedado solo con Joaquín y como está chungo con su ciática, no iba a acelerar y dejarle solo, así que he dado esa segunda vuelta también muy despacio.
No sé si ha sido por ir tan despacio, pero he acabado con unas sensaciones malas, muy malas, pésimas. Tengo que ir un poco más deprisa aunque me quede solo.
En total han sido 8,9 km en un tiempo de 51:57 a un espeluznante ritmo de 5:50 min/km.