Algo de mono sí tenía

He estado casi veinte días sin correr y pensaba que no me había afectado demasiado. De hecho, en ese tiempo no es que tuviera un deseo irrefrenable de correr, pero ahora que he empezado de nuevo, parece que ya no lo puedo dejar. Y eso me ha pasado hoy, he llegado después de unos asuntos a casa pasadas las ocho de la tarde y no he podido resistir a ponerme las zapatillas y salir a correr.

A eso de las ocho y veinte salía dirección Pradolongo después de realizar unos estiramientos en casa, algo temeroso de que se me hiciese de noche durante el entrenamiento. Tampoco es que vaya a pasar nada porque se haga de noche, pero después de tantos días corriendo en la obscuridad, no apetece mucho ir a tientas.

La idea era hacer sólo ocho kilómetros. Así que hice cuatro a ritmo tranquilo y luego apreté en la segunda mitad, tratando de acercarme a los cuatro minutos y medio. El primero se me fue un poco, pero luego conseguí el objetivo, aunque reconozco que me costó lo suyo mantener ese ritmo. Está claro que después de la inactividad, aunque sólo sean tres semanas, se pierde, sobre todo ritmo.

Completé los 8 km en un tiempo de 38:07 @ 4:45 min/km.