Con las zapatillas de entrenamiento en la basura, no tenía más opciones que comprar unas nuevas o tirar de mis Joma Marathon 3000 que utilizo para algunas carreras de no mucha distancia. Ya sé que es desperdiciar unas buenas zapatillas simplemente para entrenar, pero si no hay otra cosa…
Joma Marathon 3000
Lo cierto es que tengo una relación amor/odio con estas zapatillas. Me gusta porque son ligeras y con poco drop, por lo que ayudan a correr bien, plantando el antepié. Pero por otro lado, son algo estrechas para mi pie tan ancho. Aparte que el poco drop hace que los aquiles se estiren más y los lleve más cargados y al rojo vivo.
Pues bien, esta marca me ha traído recuerdos de abuelo cebolleta. A finales de los setenta vivía en Fuensalida, un pueblo muy, muy cercano a Portillo de Toledo donde Joma tenía la fábrica. Pegada a la fábrica de Joma había otra, conocida como Deportivos Jucundiano. A alguien le puede parecer que es un nombre curioso, pero es que el dueño se llamaba (creo que se llama todavía) Jucundiano.
Deportivos Jucundiano, foto obtenida de www.todocoleccion.net
Jucundiano y familia vivían justo en el mismo bloque de pisos donde vivía yo con la mía, por lo que mi padre entabló amistad con este hombre y desde entonces, empecé a llevar zapatillas Jucundiano.
Reconozco que me resulta imposible recordar cuales fueron las zapatillas con las que participé en la primera carrera, allá en Sonseca sobre el año 77, pero tengo casi la certeza de que llevaba unas Jucundiano, porque ¡eran las únicas que usaba por entonces! Y bien orgulloso que estaba de mis zapas.
Todo esto ha venido a la memoria porque hablando hace unas semanas con un fuensalidano me comentaba que la jota de Joma había sido «robada» de la jota de Jucundiano. No lo sé, la verdad, no recuerdo en aquel entonces cómo eran las zapatillas de Joma ni si la jota era de tal o cual manera, pero la de Jucundiano era como la de la foto de la pegatina que he puesto. Un aire se dan… no dejan de ser jotas ambas.
Ayer martes no pude salir, por lo que he salido hoy miércoles y, por lo tanto, sin los compañeros habituales. Así que he decidido ir a Parque Sur. Al poco de bajar me he dado cuenta que no había cogido el cronómetro, pero tampoco tiene mucha importancia, lo que realmente interesa es ir cogiendo sensaciones. Y la verdad es que me he encontrado bastante bien en los nueve kilómetros (tres vueltas) que he dado. Incluso me he permitido el lujo de cambiar el ritmo en algunos tramos. Hay que seguir así.