Bueno, tampoco hay que tomárselo al pie de la letra. Zumbando, pero dentro de un orden, que me encuentro todavía bastante bajo de forma, ya que estoy entrenando poco.
No debería de hacerlo; sin embargo, de vez en cuando me gusta apretar un poco para ver cómo responde mi cuerpo. Salimos sólo Miguel y yo e hicimos tres kilómetros al ritmo habitual de salida, pero luego vimos a un trío que nos precedía y apretamos un poco para alcanzarlos. Y luego una vez alcanzados, ¡no íbamos a parar! Y así se fue incrementando el ritmo cada kilómetro que pasábamos.
Después de la primera vuelta el ritmo ya era frenético, de tal modo que he hecho el primer kilómetro de la segunda vuelta en 4:12 y ahí es donde ya me he dejado todas las fuerzas que tenía porque el ritmo se ha ido ralentizando según pasaban los kilómetros: 4:22, 4:28, 4:33 y el último en 4:50. Es evidente que todavía no estoy para ritmos demasiado alegres.
He realizado las dos vueltas (9,6 km) en 46:05 @ 4:48 min/km, quizás demasiado deprisa, ya que la rodilla me molestaba, aunque no más de lo que me molesta otros día yendo más despacio.