XXX Maratón de Sevilla

He tenido ocasión de participar por primera vez en esta maratón, que celebraba ya su XXX edición. La carrera está muy bien organizada y merece la pena participar, sobre todo si se desea hacer marca ya que el recorrido es muy llano. Aunque ese perfil puede convertirse en algo monótono. Creo que prefiero algo más de variedad.

Como suele ocurrir en todas las maratones, si has entrenado en condiciones climatológicas adversas, el día de la maratón es soleado. Ha sido sin duda el día que más calor he pasado desde el mes de octubre y tenía que ser hoy. Pero es lo que hay y es un factor que siempre hay que tener en cuenta.

Llegamos el sábado a Sevilla a bordo del AVE, que se retrasó media hora, gracias a lo cual Renfe ha tenido la deferencia de «invitarnos» al trayecto 😉 Tuvimos la fortuna de que un compañero ¡gracias Paco! que había llegado el viernes se ofreciera a recogernos los dorsales. Eso nos facilitó tener tiempo para hacer turismo por la ciudad. Me encantó el Real Alcázar, una verdadera maravilla del arte islámico y otros estilos posteriores. Después de comer visitamos la catedral y la Giralda, que también son dos sitios dignos de ver, aunque subir las treinta y cinco rampas de la Giralda suponen un ejercicio castigador para los gemelos.

Después de una opípara cena nos fuimos a la cama con las piernas algo cansadas, pero dispuestos a dormir lo más posible para recuperarnos de la jornada turística.

A las seis de la mañana sonó el despertador. Nos vestimos con la indumentaria adecuada y bajamos a desayunar. El hotel, concertado con la organización, había abierto el comedor a las seis para permitir a los clientes maratonianos poder desayunar con tiempo.

A las siete y media habíamos quedado con Paco cerca del puente de la Barqueta donde cogimos el autobús C2 que nos llevó hasta las inmediaciones del estadio de la Cartuja. Después de un paseo hasta la puerta N que está al otro lado del estadio dejamos la ropa en el guardarropa perfectamente organizado (ya podían aprender los de Mapoma) y mientras estábamos refugiados dentro del estadio, ya que hacía bastante fresco a esas horas, nos encontramos con Pedro, otro compañero que se había desplazado hasta allí. Nos hicimos unas fotos y después nos fuimos hacia la línea de salida que distaba un kilómetro desde el guardarropa.

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Antes de la salida

Formamos un terceto con mi compañera de entrenamientos de estos últimos meses y Paco con la idea de acercarnos a las tres horas y cuarenta y cinco minutos. Y un cuarto de hora antes de la salida ya estábamos en nuestro cajón esperando el momento de salir. Ya se notaba que iba a hacer calor, aunque todavía hiciese algo de fresco.

A las nueve dieron la salida y tardamos casi dos minutos en atravesar la línea de salida, dado que había bastante gente, eso también provocó que el primer kilómetro fuese algo lento, pero rápidamente fuimos alcanzando el ritmo de crucero de 5:18 min/km, que era el inicialmente previsto.

Mi compañera de entrenamientos, que había estado entrenando muy seriamente para esta carrera, sufrió una lesión en la rodilla el domingo pasado y aunque se ha pasado toda la semana sin correr y a base de hielo e Ibuprufeno, sobre el kilómetro tres empezó a notar las molestias en la rodilla, pero no dijo nada para no alarmarnos. Los kilómetros pasaban con rapidez y sobre el km 18 llegamos a Avda. Kansas City que es una laaaaaarga recta de casi 2 km donde pegaba el viento frontal. Ahí empezó Paco a quedarse y me di cuenta que la compañera empezaba a flaquear, su rodilla empeoraba.

Pasamos poco después por la media maratón en el tiempo previsto 1h52 pero ya me daba cuenta que el objetivo era irrealizable. En el 25 mi compañera de entrenos ya no pudo más y comenzó con el método Galloway, andando en los avituallamientos y corriendo después. El problema es que la costaba mucho arrancar por la rodilla. Gracias a que los puestos de agua estaban cada 2,5 km le servía de acicate pensar que pocos kilómetros después podía volver a parar y recuperar un poco.

Poco después de pasar por la Plaza de España, sobre el kilómetro 35, nos alcanzó Paco que se había recuperado de su bajón inicial y volvimos a conformar el terceto primario. Cruzamos el puente de la Barqueta, nos adentramos en la isla de la Cartuja, donde empezaba una de las zonas menos simpáticas de la carrera, ya que se ve el estadio ahí mismo y hay que dar una bonita vuelta para acceder a él. Menos mal que en el kilómetro 38 nos encontró Macu y sus ánimos nos dieron fuerza para continuar. Además nos hizo unas bonitas fotos.

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En el kilómetro 38 ¡directos a la meta! foto cortesía de Macu

Con ese empujón de motivación seguimos a nuestro ritmo hasta casi el final, donde a falta de 500 metros alcanzamos a Pedro que iba sufriendo por sus ahogos en cuanto aumentaban sus pulsaciones. Le animé para que entráramos los cuatro juntos y así lo hicimos, llegando a meta cuando el reloj marcaba 3h59 y logrando entrar todos en formación. Mi tiempo neto final fue de 3:57:28 que coincidirá segundo arriba, segundo abajo con los compañeros del terceto.
En resumen, una maratón más, la vigésima cuarta, y una experiencia distinta a todas las maratones anteriores. Es lo que tiene esta distancia que nunca hay dos iguales y en cada una se aprende algo. Esta vez fue muy emocionante correr junto a mi compañera y verla portarse como una campeona sobreponiéndose a sus dificultades físicas, demostrando que lo importante de la maratón es «sobrevivir» a las trabas que te pone la carrera y conseguir vencerla. Y lo hizo, claro que lo hizo.

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Nada más cruzar la línea de meta, súper felices

La organización me pareció muy buena, rayando el diez. El guardarropa, genial; los voluntarios fantásticos y el recorrido muy bueno para hacer marca, aunque para mi gusto un poco aburrido porque todo tan llano acaba siendo muy monótono. El único pero es que a partir del kilómetro quince ¡no había botellas de agua en los puestos de avituallamiento, sólo vasos! Así que me hice con una botella en el kilómetro cinco y fui con ella hasta el final, rellenándola en cada puesto de avituallamiento. Otro punto que pudiera ser negativo es la zona de salida/meta que queda algo lejos del centro de la ciudad, tema que la organización trató de paliar poniendo autobuses lanzaderas que te acercaban hasta allí.

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Posando con el Guadalquivir al fondo, después de terminar

9 opiniones en “XXX Maratón de Sevilla”

  1. Enhorabuena a los dos. Podéis estar muy orgullosos. Lamento haberte mentido con lo del tiempo, pero se ve que Sevilla me trata bien. Nada, absolutamente nada me hacía pensar que iba a hacer lo que hice. Pero como bien dices, cada maratón es otra maratón. Me alegro de que consiguiérais vuestro objetivo.

  2. En mi blog quiero comparar esta maratón y la que corrí en 2000. Bajé de 2:57, pero todos los tiempos apuntaba a que «era imposible» bajar de 3h05′; sin embargo, hacía tiempo que no me sentía tan bien y aunque salí con la idea inicial y así te lo comenté, fui cambiando de opinión cada kilómetro que pasaba. Incluso la segunda mitad fue solo 2 minutos «peor» que la primera. Inolvidable.

  3. Enhorabuena Miguel y compañía!

    Hubiéramos coincidido si no me hubiera lesionado yo del adductor, que me atizó en enero y estado dos meses casi parado, pero inscrito estaba!

    Mis otros 9 compañeros, fueron todos y terminaron todos. Así que muy contento por ellos y por vosotros, que pudisteis disfrutar de esa, dicen, bonita maratón.

    1. Hola Manu:

      Una pena lesionarse cuando estás preparando la carrera, pero maratones hay muchos y piernas sólo dos. Tendrás tiempo de recuperarte y correr maratones.

      Saludos y a recuperarse.

  4. Muy buenas!! Muy buenísimas palabras y mejor narración de la gran azaña del 23F-2014. Yo también la corrí siendo mi primer 42,195 y muy orgulloso de haberla concluido aún no haber podido dar todo. Pero contentísimo y con muchas ganas de repetir. Un saludo y muchas gracias por estas buenas palabras tuyas q ayudan a coger más fuerza. ??

    1. Hola:

      ¡Enhorabuena por acabar tu primera maratón! Es siempre una experiencia muy satisfactoria acabar esa primera vez. ¡Seguro que no es la última!

      Me he permitido el atrevimiento de buscar tu clasificación y he visto que tu club es ADAF. Estuvimos con un compañero tuyo unos cuantos kilómetros haciéndonos mutua compañía y charlando un rato hasta el kilómetro 40 que se tuvo que parar en un puesto sanitario porque andaba con molestias. Espero que consiguiera llegar a meta sin más problemas.

      Saludos.

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