El mundo no se acaba en el minimalismo

Por el tema de la condromalacia llegué a pensar que el minimalismo e incluso el correr descalzo iba a ser la panacea universal. Lo intenté el pasado año y lo he vuelto a intentar éste, pero otra vez tiro la toalla.

Mi problema fundamental es que mis gemelos están acortados y andar/correr descalzo provoca una tensión que acaba provocando que el tendón de aquiles (este año) o el propio gemelo (año pasado) acaben dándome guerra. Lo tengo muy claro, mi cuerpo no está preparado para este tipo de aventuras, así que me vuelvo de nuevo a las zapatillas amortiguadas. Me quedo con algunas cosas interesantes que he aprendido de este asunto: relajación, correr de metatarso, caer con las rodillas flexionadas y zancada cortas y rápidas, que trataré de poner en práctica lo mejor que pueda.

Así que me he calzado mis zapatillas más amortiguadas con sus correspondientes plantillas y me he acercado al parque. Allí estaba Joaquín que sigue con sus problemas, por lo que ambos hemos empezado a andar a un ritmo de paseo, tan ricamente, aunque con la idea de probar un poco la carrera. Después de cuatro kilómetros paseando, nos hemos puesto en marcha. Habrán sido 300 metros, pero no me he encontrado mal, las sensaciones han sido buenas, excepto unas pequeñas molestias. Así que contento, muy contento. El próximo día, un poquito más.

2 opiniones en “El mundo no se acaba en el minimalismo”

    1. Hola Manolo:

      Creo que el minimalismo no es una mala opción, pero hay que tener el cuerpo en condiciones para ello. Creo que no es mi caso.

      Saludos.

Comentarios cerrados.