Después de algo más de un año con molestias en la rodilla izquierda, decidí ir al médico. Una semana antes de la maratón de Madrid me diagnosticaron una condromalacia rotuliana, que no es otra cosa que desgaste del cartílago. Una de las causas posibles de este desgaste puede ser postural y es muy posible que por allí vayan los tiros, ya que he comprobado que utilizando la técnica de correr de metatarso, que implica llevar la rodilla ligeramente flexionada, la molestia desaparece o al menos se minimiza. Así que decidí después de la maratón aprender a correr de esta forma. Además voy a eliminar al menos una sesión de entrenamiento corriendo y hacer bicicleta o nadar o no hacer nada.
Mirando en internet, encontré un plan para realizar la transición de zapatilla amortiguada a zapatilla minimalista o descalzo y empecé a seguirlo, pero realmente lo que estoy haciendo no es una transición -ya que tengo olvidadas las amortiguadas desde hace meses- sino una adaptación de los músculos a la nueva forma de correr, por lo que veo más interesante seguir este otro plan que está diseñado para empezar desde cero con zapatillas minimalistas… o descalzo. Así que esta semana, en vez de seguir la semana octava del plan de transición me paso a la semana cinco del plan de adaptación que supone correr 8, 10 y 12 minutos
De vuelta a Pradolongo he recorrido 6,47 km, de los cuales 5 km andando y 8 minutos corriendo. Curiosamente andando no iba nada fino, pero corriendo me he sentido francamente bien.