Si el fin de semana fue provechoso en esto de correr descalzo, hoy he dado un paso atrás. Había quedado con los compañeros pradolongueros y no tuve huevos a ir descalzo. Me calcé mis voladoras Joma 3000 Marathon con los calcetines más finos que encontré y me acerqué al parque con intención de al menos llevar una zancada corta y rápida, cosa que creo no conseguí porque iba más preocupado en ir charlando con unos que con otros que ir concentrado en lo que estaba haciendo. Es evidente, que para aprender una determinada técnica hay que prestar el 100% de tu atención en eso y si vas de charleta, mal asunto.
Es curioso, pero siento pudor yendo descalzo, exactamente igual que si fuese desnudo. Imagino que es algo que pasa a todo el mundo cuando empieza en este mundillo. Quizás por eso la gente prefiere calzado minimalista, que es como ir con tanga, te sigues raspando el culo, pero te tapas las pelotas.
Ahora mismo nado en un mar de incertidumbres. Estoy comprometido con el equipo de atletismo de la empresa a ir el domingo 27 de mayo a Jadraque a la media maratón y, obviamente, no voy a hacer 21 km a pie desnudo a estas alturas de preparación. Así que por un lado me apetece seguir con los pies descalzos, pero por otro, no puedo abandonar mis zapatillas porque tengo que seguir haciendo kilómetros para esa media. Además, tengo la maratón de Nueva York en seis meses, por lo que tampoco tengo claro que logre la transición en tan corto espacio de tiempo. En fin, probaremos al menos un mes para ver cómo evoluciona la cosa y ya evaluaré si seguir «transicionando» o volver a las zapatillas tradicionales y dejar los pies descalzos para más adelante.
Al final hice las típicas dos vueltas a Pradolongo totalizando 10 km en un tiempo de 51:33 @ 5:09 min/km y con la firme promesa de volver el jueves descalcito desde casa para que no tener malas tentaciones. De hecho, ya he pensado utilizar el óvalo del parque de Pradolongo para ir progresando en mis correrías sin zapatillas.
Tomatelo con calma, el correr descalzo no es algo que se pueda asumir de un día para otro, de hecho si te metieras esos 21 km de golpe descalzo las consecuencias podrían ser desastrosas. Paciencia y buenos alimentos.
Yo te diria que te fueras mejor a las pistas de lujo, (Ironia por lo caras que son), que tenemos en el poli de Orcasitas, es un terreno mejor que el cemento anti absorción de golpes del ovalo del pradolongo (te hace daño hasta con zapatillas).
Un saludo maquina