Seguimos aumentando la distancia dominical. Hoy tocaban 26 km. No he querido aumentar mucho más, porque la semana pasada no fue un entrenamiento muy eficaz, debido a que me encontraba algo débil. Bueno, quizás sí fue eficaz, quien sabe.
Me acosté tarde, así que hoy no he madrugado. Minutos después de las once comenzaba el entrenamiento y al entrar en el Parque Lineal me he encontrado con un chico que me preguntaba sobre el circuito de este parque. Estuvimos charlando y me comentó que era canario, de Las Palmas, que estaba entrenando para la maratón nocturna de Bilbao y que se llamaba Javier. Encantado de conocerte, que tengas mucha suerte en tu inminente maratón. Hicimos juntos toda la margen derecha del río y un poco de la izquierda, hasta donde está cortado el circuito. Allí nos despedimos porque a mí me quedaban todavía 18 km por hacer y él tenía que volverse. El hombre estaba asombrado del sitio, decía que no se esperaba que hubiese estas maravillas para entrenar en la ciudad de Madrid.
Ya en solitario, abandoné el Parque Lineal, crucé la vía del AVE y seguí por el Camino de los Aceiteros, rumbo a la Cañada Real. Poco antes de llegar a este lugar se cumplió el kilómetro trece, por lo que volví mis pasos por donde había venido. Aproveché la vuelta para ingerir el gel que había llevado con ese propósito. Parece que me sentó mejor que el domingo pasado porque no me molestó el estómago, pero sí me produjo algo de gases.
En el kilómetro 17 recogí la botella de agua que había dejado a la ida y traguito a traguito volví al parque, atravesé éste hasta la fuente y allí paré a reponer líquido. Ya sólo quedaban tres kilómetros y una buena cuesta, pero al contrario que el pasado domingo, me encontraba bien, algo cansado, pero bien y terminé con energía esos últimos kilómetros. Un entrenamiento largo menos para la maratón.
Excepto los kilómetros que fui con Javier, que marché sobre 5:00/km, el resto he ido algo más despacio, sobre 5:10 y las sensaciones han sido buenas. Por supuesto que he llegado cansado a casa, pero no absolutamente derrotado como la semana pasada. Parece que voy a asimilando mejor las tiradas largas, aunque al final iba contando los kilómetros que quedaban. Lo dicho, fueron 26 km en un tiempo de 2:13:28 @ 5:08/km, quizás pelín deprisa, tenía que haber estado más cerca de 5:15. Ya empiezo a acercarme a esa barrera, que algunos dicen infranqueable, de las dos horas y media de entrenamiento.