Hacía ya más de un mes que no me sentía «corredor». Era un individuo temeroso que salía a correr con más miedo que vergüenza; sin embargo, hoy me he encontrado bien, muy bien.
Con la lección aprendida del jueves, ya he salido a buen ritmo, rondando los 5:00 y me he ido animando poco a poco, haciendo algún kilómetro por debajo de 4:30. A lo mejor me he pasado un poquito…
Se nota que entreno poco porque me ha costado terminar los seis kilómetros, bueno, los cinco, que el último ha sido de «enfriamiento».
Se nota que ha llegado el verano porque aunque he salido por la mañana, a las 9:30, ya hacía mucho calor. Menos mal que me he llevado una botellita de agua porque la boca se quedaba seca como la mojama.