Hoy he estado corriendo por la montaña, saliendo de San Rafael y circulando por una de las múltiples rutas que hay por aquí. En concreto, el recorrido transitaba por el camino del ingeniero, dirección El Espinar, entre un espeso pinar.
El pinar es increíblemente extenso
No tiene nada que ver correr por este tipo de terreno que por llano y eso que, excepto el primer kilómetro todo para arriba, el perfil no era muy exigente. Pero el firme era muy irregular e iba con más miedo que vergüenza temiendo no torcerme el tobillo. Mientras iba por las veredas iba pensando dos cosas: que no es mala idea entrenar por este tipo de terreno con vistas a Mapoma y que me gustaría participar en una carrera de montaña en un futuro cercano.
El camino transcurre en la zona umbría de la sierra de Malagón. Se trata de una camino no muy complicado, precioso, siempre rodeado de pinos, oyendo el sonido producido por los pájaros, todo muy verde y con múltiples arroyuelos que había que sortear.
Había múltiples arroyuelos en el recorrido
Aún así, me costaba dios y ayuda poder mantener un ritmo cercano a los seis minutos, de hecho sólo he sido capaz de bajar de ese ritmo en cuatro kilómetros, lógicamente en los más favorables. Y es que lo de la montaña es otra cosa. Casi no tiene nada que ver con correr por asfalto, aunque sólo sea por el paisaje…
Musgo sobre un tronco cortado
Es una delicia correr en plena naturaleza, un verdadero placer llenarse los pulmones de aire limpio, experiencia totalmente opuesta a patearse las calles de los madriles.
Tan ensimismado estaba en mis pensamientos que he llegado al kilómetro seis casi sin querer. Y desde ahí, vuelta al punto de partida para completar doce montañeros kilómetros. He completado el recorrido en 1:14:11 a 6:11 aunque el ritmo no tiene el menor interés en este caso.
Me ha sentado fenomenal este entrenamiento, totalmente recomendable estar en contacto con la naturaleza aunque sea de vez en cuando. No sólo por la flora, también por la fauna, aunque a parte de ciertas aves, no logré ver más que animales domésticos…
Caballos entre pinos
Efectivamente, nada que ver. Ayer tuve una nueva experiencia con el tema, la he contado en mi blog.
Hola Luis:
Pero es que lo tuyo fue una verdadera odisea. Impresionado me he quedado cuando lo he leído.
Saludos.