Hoy ha sido de nuevo una jornada de ritmo lento. Entre que algunos han venido de Málaga, que yo corrí el domingo en San Martín de la Vega y las noticias de la Operación Galgo, parece que nadie tenía ganas de apretar los dientes.
Y es que ninguno de los cuatro que nos encontramos salía de su asombro ante las noticias que han conmocionado al mundo del atletismo patrio. Yo, la verdad es que me espero cualquier cosa en el asunto del doping viendo todas las movidas que ha habido en el ciclismo.
El caso es que los kilómetros iban pasando y en vez de mover las piernas lo único que hacíamos era comentar la jugada, que si no era posible, que cómo ha podido pasar, que si el doping está extendido a todos los deportes donde se mueve dinero, etc. Uno de los temas más debatidos es que parece que hay doping en todos los deportes excepto en el fútbol (que curiosamente es el que más dinero mueve). Mucha gente piensa que el fútbol es un deporte inmaculado, pero me cuesta mucho creerlo.
El entrenamiento ha consistido en correr, digo trotar, 10,2 km en 58:44 a un ritmo de 5:45 a ritmo de recuperación según Daniels.
Acabamos de pasar el día de Santa Lucía. Dice la sabiduría popular que a partir de ahora se encoge la noche se estira el día. Vamos, que tenemos más tiempo de luz solar. ¡Cómo me gusta dejar pasar este día!