Hoy he participado junto a una buena amiga en la IX edición de la carrera popular barrio del Zofío. Antes de comenzar la carrera y en los días previos, estuve ayudando a la Asociación de Vecinos del Barrio del Zofío en la organización de la carrera: haciendo inscripciones, metiendo los diversos obsequios en las bolsas «del corredor», llevando bártulos de un lado para otro, etc.
Hoy he estrenado equipación de la escuela de fútbol que está muy relacionada con la asociación de vecinos. Es marca Joma y está muy bien, pero que muy bien, es comodísima. Lo peor es que enviaron las tallas más grandes de las que pedimos, pero eso se puede subsanar con una buena tijera.
Mostrando la nueva equipación
Tuvimos suerte porque no ha sido un día de mucho calor, además hacía algo de viento que aliviaba el calor más todavía. La verdad es que el viento era fuertecillo, por lo que decidí correr sin gorra aún a riesgo de quemarme la calva.
Puntuales como un reloj suizo (¿o debería decir japonés?) a las diez de la mañana en punto se dio la salida. Tuve un problema para poner en marcha el forerunner, por lo que cuando di al botón de comienzo ya habíamos recorrido unos cuantos metros. Eso hizo que al final del recorrido el GPS marcara 9,83 km en vez de 10 km.
Salí junto a mi amiga con la intención de bajar de cincuenta minutos, para de esta forma mejorar su marca en esta distancia. Dado que es una carrera bastante durilla, pensaba que quizás el objetivo era un poco ambicioso, pero según iban pasando los kilómetros me di cuenta que sí lo íbamos a cumplir.
Una de las cosas buenas de esta carrera es que parte de su recorrido es por nuestro querido parque de Pradolongo. Allí se hacen unos cuantos kilómetros que son de agradecer, primero por el precioso entorno y segundo porque es de las zonas más llanas del recorrido. Empezamos a acelerar casi sin querer y tuve que echar un poco el freno para no castigarnos demasiado, pensando que los dos últimos kilómetros son bastante duros.
Así, fijamos un ritmo de 4:45/km en este terreno para no atufarnos demasiado. Sin embargo, la cuesta de la calle Avena nos hizo bajar bastante el ritmo. Allí se nos fueron dos compañeros de viaje que se habían mantenido con nosotros unos cuantos kilómetros.
Después de subir esa cuesta y bajar unos metros, llegamos al kilómetro nueve, allí me di cuenta de que mi compañera de viaje ya iba algo cansada, por lo que sólo quedaba adaptarse al ritmo que mejor se pudiera. Se nos hizo realmente dura la cuesta de la calle Fornillos, pero nada más coronar nos lanzamos como posesos hasta la meta, ya que era terreno favorable, llegando a meta en un tiempo de 48:47. El tiempo de mi amiga fue de 48:45, por lo que consiguió su objetivo de bajar de los cincuenta minutos y además ¡consiguió auparse a lo más alto del pódium en su categoría!
Pero no sólo eso. Lo mejor vino después, ya que nos tocó el premio gordo del sorteo. Nada más y nada menos que un jamón.
Estuvimos haciendo fotos a todos los participantes en las carreras tanto de niños como de mayores. Las fotos de pueden ver en este álbum de Picasa.
La clasificación se puede encontrar en la página web de la Agrupación Deportiva Marathon o en una copia que conservo aquí.
Buena carrera, lo del Garmin que no capta señal en la salida de una carrera es un clásico, a mí me ha pasado ya dos veces aunque me da la señal cuando quedan sólo segundos para salir.
Hola,
El problema con el Garmin fue que cuando dieron el pistoletazo de salida no le tenía en función entrenamiento y entre que das al botón, busca los satélites y das al botón de comienzo, se pierden treinta segundos mínimo.
Saludos.
muy bonitas las fotos gran trabajo fotografico , enhorabuena por la carrera tu amiga sigue con tanta progresion que al final la vas a hacer olimpica , y buen provecho para el jamon vigila tu peso que ultimamente le estas atacando mucho al jamon
Hola Emilio,
Al final acabas harto de hacer tanta foto, pero es un buen servicio para el corredor, ya que tiene un recuerdo de la carrera. A mí por lo menos me gusta tenerlo.
Y lo del jamón, espero llegar a probarlo, porque el de Jadraque ni lo he olido.
Saludos.