Hoy es Jueves Santo y, por lo tanto, festivo, por lo que no quedamos en Pradolongo como es habitual. He salido sobre las 10 de la mañana con la idea de hacer un kilómetro más que el martes y me he encontrado con Agustín que estaba andando con un amigo. Me ha contado que ya está mucho mejor de la operación y muy contento de que el tumor que le quitaron fuese benigno. Según me dijo, vienen a andar dos horas por la mañana y una por la tarde y es que Agustín siempre ha sido muy exagerado.
Después de charlar un buen rato, he seguido mi camino y en la segunda vuelta he adelantado a otro que iba andando. Era Ambrosio. Me ha contado que está lesionado detrás del muslo y que se ha perdido la media de Madrid y que ve difícil lo de la maratón, aunque lo intentará.
Ha sido una carrera muy entretenida, hablando con unos y con otros, pero al final he conseguido mi objetivo de hacer los ocho kilómetros.