III Carrera de las aficiones

Parece que organizar carreras populares es un buen negocio en estos tiempos… si lo sabes vender bien. Y el diario Marca bien que lo sabe vender visto lo visto, ya que consiguieron que ocho mil corredores se apuntaran a su carrera, unos de blanco y otros con rayas rojas y blancas, aunque durante la carrera se veía bastante gente que no iba ni con una indumentaria ni con otra.

A las 8:30 habíamos quedado en la puerta 1 del estadio Santiago Bernabéu. Y allí estábamos un buen número de maratidianos, todos de rojiblanco excepto uno que era de los neutrales. Estuvimos esperando al único blanco declarado, pero fiel a su costumbre, llegó tarde. Obsérvese la uniformidad de los asistentes.

Colchoneros vs. merengues
Lo bueno abunda

Entre el que llegó tarde y el que se había ido al ropero, nos hicimos un par de fotos sin todos los componentes del equipo y poco después nos marchamos a calentar y a buscar un sitio en la salida. Colándonos hábilmente por las vallas, conseguimos situarnos no muy lejos de la línea de salida, pocos minutos antes del comienzo.

Sonó el pistoletazo de salida y salimos con algo de precaución, ya que el primer kilómetro es cuesta arriba; sin embargo, luego hay un montón de ellos cuesta abajo, hasta poco antes del seis que está situado junto a la cueva de Alí Babá, digo al Congreso. Desde allí, la carrera ya no es tan favorable, ya que se alternan subidas con zonas llanas, aunque el último kilómetro y medio es también cuesta abajo. Eso sí, no todo es cuesta abajo, ya que poco antes de la meta hay otro repechito.

Después del fiasco de la maratón de Nueva York, decidí apuntarme a la maratón de Valencia que se celebra el 18 de noviembre, así que no era cuestión de machacarse una semana antes y salí acompañando a una amiga que quería realizar su mejor marca en la distancia. Y lo consiguió, ya que llegó a meta con un tiempo neto de 45:56, tiempo idéntico al mío ya que entramos juntos.

Una bolsa del corredor bastante pobre compuesta por una manzana, una botella de agua y una bolsa pequeña que contenía ¡fuet! Aunque en la recogia del dorsal aparte de la camiseta identificativa de tus colores había unas gafas de sol y una maquinilla de afeitar.

Después de la carrera nos fuimos corriendo a casa para completar algún kilometrillo más y aunque costó trabajo volver a ponerse en marcha después de la parada, conseguimos hacer 6 km más, por lo que totalizamos 16 km en el día de hoy.

V Carrera nocturna de Toledo

Hoy he participado por primera vez en esta carrera nocturna que se celebra por las calles del casco antiguo de Toledo. Se trata de una carrera benéfica que tiene por objeto conseguir fondos para la fundación Niemann Pick que trata de encontrar desde hace años una respuesta medica a una enfermedad que a día de hoy no tiene una respuesta médica.

Para tratarse de una ciudad pequeña, de sólo 83.000 habitantes, puede hablarse de una carrera multitudinaria, ya que la inscripción sobrepasaba los 1.300 participantes. Para hacerse una idea, si lo comparásemos con Madrid, es como si se hubiesen apuntado ¡¡¡50.000 corredores!!! La plaza de Zocodover, salida y meta de la carrera, estaba a rebosar de gente, no sólo corredores, sino también aficionados que habían acudido a animar a los participantes. Y no sólo había gente en la plaza, en bastantes puntos del recorrido nos encontrábamos con bastante gente que jaleaba el paso de los corredores.

Nocturna de Toledo
Nocturna de Toledo

Había acudido a la carrera simplemente con la idea de participar y acompañar a una amiga que también participaba, así que lo único era tratar de evitar torcerme el tobillo en los adoquines que «adornaban» las calles. La buena iluminación que me encontré durante la carrera me quitó esa precaución y lo único con lo que había que tener cuidado era en no tropezarse con nadie en algunas zonas donde las calles eran muuuuy estrechas. Algunas eran tan estrechas que había que pasar de uno en uno.

Poco antes de empezar, lo típico: estiramientos, algo de calentamiento, visita de última hora al servicio y cuando iba hacia la línea de salida pude saludar a Fede, lector de este humilde blog, que fue quien me habló de esta carrera. Me sorprendió encontrarle ya que, como he comentado, había multitud de gente pululando por la plaza.

Parecía que estábamos cerca del arco de salida; sin embargo cuando comenzó la carrera nos dimos cuenta de que había una enorme cantidad de gente delante, por lo que costó dios y ayuda comenzar a correr a un ritmo decente, de hecho ese primer kilómetro lo hicimos en casi seis minutos. Tampoco el resto del recorrido fue fácil ya que al salir más atrás tuvimos que ir adelantando a bastante gente y en algunos tramos era complicado por la estrechez de las calles. En esa tesitura, lo mejor era ir mirando los monumentos que aparecían a nuestra vista durante el recorrido: el alcázar, la catedral, el ayuntamiento, la sinagoga de Santa María la Blanca, etc. Me resultó especialmente emocionante la vista de San Juan de los Reyes, ya que surgió de improviso al coronar una de las múltiples cuestecillas que abundaban en el recorrido.

Reconozco que me gustó el recorrido aunque era auténticamente rompepiernas, todo el rato subiendo y bajando, sin apenas llano. Afortunadamente, las subidas eran de corta longitud, por lo que el recorrido aunque duro no lo era exageradamente. Y así, subiendo y bajando, llegamos a la línea de meta, donde se había formado un enorme tapón justo en la línea de meta, debido al poco espacio que habían dejado en la plaza de Zocodover para recoger la bebida que ofrecían al terminar. El tiempo oficial fue de 31:01 según puede verse en este enlace o en una copia que conservo aquí. Llegamos en el puesto 550 y 551 de los 1071 llegados a meta, prácticamente en la mitad del lote.

Hoy la báscula me reservó una agradable sorpresa, ya que sólo marcaba 67,1 kg un peso más que aceptable de cara a la inminente maratón.

V Carrera popular villa de Torrijos

Hoy se ha celebrado la quinta edición de la carrera popular villa de Torrijos. Y una vez más he estado allí para participar en esta carrera que es, desde mi punto de vista, una de las carreras mejor organizadas de cuantas conozco. El único pero que se le puede poner es la estrechez de las calles por donde transcurre la carrera, sobre todo se nota en el primer kilómetro.

Iba con intenciones de bajar de cuarenta minutos, hacer 39:50 o algo así, pero al poco de levantarme, a eso de las ocho, la temperatura superaba ya los 20º ¡y todavía quedaban tres horas para que comenzase la carrera! Con tanto calor es muy difícil hacer una carrera decente y aunque ayer llegó el otoño, la temperatura sigue siendo alta.

Llegamos con tiempo suficiente, recogimos el dorsal, nos pasamos por los sanitarios portátiles y mientras me aliviaba en uno de ellos me encontré unas bonitas gafas de sol, que llevé las gafas a la organización por si alguien las reclamaba. Espero que el dueño haya conseguido recuperarlas.

Después de unos estiramientos, un poco de trote y algunos progresivos, ocupamos nuestro puesto en la línea de salida. Yo me puse como cuatro o cinco filas más atrás, aunque sabía que eso me iba a hacer perder unos segundillos por la angostura de las calles. De todas formas, había planeado hacer el primer kilómetros algo más tranquilo de lo que suelo hacer porque luego malgasto energías en esos primeros metros que echo de menos después.

Hice ese primer kilómetro en 4:15 y entonces aumenté un poco el ritmo para tratar de cumplir el objetivo de bajar de cuarenta minutos. El circuito son dos vueltas idénticas. Cuando pasé por el arco de meta en la primera vuelta, el reloj marcaba 19:55 y veía posible hacerlo, aunque sabía que me iba a costar.

Como siempre, el sexto y el séptimo kilómetro se me hicieron muy largos y fue donde peor lo pasé. El calor se hacía notar y en algunos tramos soplaba un molesto aire que dificultaba el avance. Iba mirando el cronómetro en cada hito kilométrico y veía que la cosa iba a estar justa, por lo que en el último kilómetro aceleré todo lo que pude.

Llegué a meta cuando el minuto pasaba de 39 a 40 obteniendo por mi cronómetro un tiempo de 40:01 que coincide con el oficial. No sé si habrá una clasificación con tiempos netos, ya que en la web sólo aparece el bruto. Tengo una copia de la clasificación aquí.

Llegando a meta en la carrera de Torrijos
Llegando a meta en la carrera de Torrijos

Tengo que estar contento, una muy buena marca si se tiene en cuenta la calorina que hizo durante la prueba. Esto indica que la preparación para New York va por buen camino.

Después de llegar a meta y devolver el chip la organización nos agasajó con una bolsa del corredor muy abundante: agua, Aquarius, cerveza (con y sin) a cascoporro, patatas fritas, bocadillo y plátano. Además del alimento y la bebida la bolsa incluía un pack para el invierno compuesto por guantes, gorro y braga de un bonito color rojo. También había en la bolsa una almohadilla para el ratón, un bolígrafo, una gorra y un artilugio para llevar el móvil en el brazo. Toda esta extraordinaria bolsa y esta magnífica carrera por el módico precios de 5 €.

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Tiempos por kilómetro

XXXI Carrera popular fiestas de El Pardo

Hoy he participado en la que creo es la XXXI edición de la carrera popular fiestas de El Pardo. Nunca había estado allí y me ha gustado bastante ya que se trata de una prueba de carácter casi familiar por el número de corredores participantes y eso le da un especial sabor, muy agradable para mí. Según esta noticia, había sólo 170 participantes imagino que contando mayores y niños. Resulta paradójico que en las carreras gratuitas haya tan escasa participación, mientras que según vaya subiendo el precio de la inscripción vaya subiendo el número de participantes. Un caso digno de estudio.

Un grupo de cuatro pradolongueros nos animamos a participar. ¡¡¡Muchas gracias a Emilio II por acercarnos!!! Dado que la carrera comenzaba a las nueve de la mañana a las 8:15 ya estábamos allí porque las inscripciones se hacían justo antes de comenzar. Aparcamos sin ningún problema y en un par de minutos formalizamos la inscripción, tomamos un cafetito, calentamos un poco y sobre las nueve y diez comenzó la prueba. Esta se retrasó unos minutillos ya que hubo unos cuantos rezagados que formalizaron su inscripción en el último momento.

Pradolongueros en la carrera de El Pardo
Pradolongueros en la carrera de El Pardo

Hacía bastante fresquito en la salida, calculo que unos 12º por lo que la climatología era perfecta para correr, nada que ver con la carrera en la que participé la semana pasada en la que hacía bastante calor. Eso me animó mucho.

La carrera consta de tres vueltas prácticamente llanas que totalizan 10,4 km, por mucho que el speaker dijese que eran 10,7. Salí con precaución para no quemarme demasiado en los primeros kilómetros como en Villafranca y con la idea de reconocer el terreno en la primera vuelta. Llevé un ritmo fuerte desde el principio pero sin ir a tope, ya que no tenía referencias de los kilómetros al no estar señalizados y pronto encontré mi sitio en la carrera, ya que ni me adelantaban ni yo lo hacía. Fueron pasando los kilómetros a un ritmo más o menos constante y me presenté en meta con un tiempo de 42:54 que considero bueno para mi actual momento de forma. Haciendo cuentas he visto que el VDOT obtenido es de 50,24, un valor superior al obtenido en la anterior carrera, lo que indica que mi estado de forma mejora.

Llegando a meta en la carrera de El Pardo
Llegando a meta en la carrera de El Pardo

Después de participar, una larga espera hasta la entrega de trofeos, ya que de los cuatro pradolonguer@s que íbamos, dos se llevaron trofeos. Curiosamente las dos chicas del grupo. Enhorabuena a las dos.

XVI Carrera popular las lagunas

Hoy he participado por primera vez en la denominada Carrera popular las lagunas. Este año celebraban la XVI edición, por lo que se trata ya de una prueba veterana. Se celebra en Villafranca de los Caballeros y el nombre le viene a que el recorrido parte del núcleo urbano de Villafranca, va hasta las lagunas, se da un «garbeo» por la laguna grande y vuelve por el mismo camino de la ida hasta el punto de partida. En total nueve kilómetros de longitud, una distancia «rara» para una carrera popular.

La carrera comenzaba a las 10:30, por lo que tocó madrugar. A las ocho de la mañana partíamos hacia esta localidad toledana y como hora y media después estábamos recogiendo el dorsal y la camiseta en el polideportivo. Allí me encontré con un paisano de la localidad, el que me recomendó la carrera, que me reconoció y estuvimos charlando unos minutos, para después estirar un poco y calentar lo necesario. Cinco minutos antes del comienzo, nos pusimos en la línea de salida y con puntualidad suiza a las 10:30 se dio la salida a los gritos de preparados, listos, ya.

El objetivo era hacer la carrera dándolo todo para poder calcular el VDOT con el que realizar los entrenamientos para la maratón.

Salí demasiado deprisa, ya que hice los dos primeros kilómetros en 3:49 y 3:54 y esa salida tan rápida me lastró para el resto de la carrera, ya que no fui nada cómodo en los kilómetros venideros. Sobre el kilómetro cuatro, corriendo sobre la arena de la playa que hay en la laguna, adelanté a la chica que al final se hizo con la tercera posición y espoleado por su presencia fui todo el rato un poco por delante de ella… hasta que llegamos al último kilómetro donde me adelantó sin consideración 😉

La carrera transcurre por un terreno llano como una tabla, combinando asfalto con caminos y un poco de arena de playa. Ese perfil tan horizontal ayuda a llevar un ritmo constante y aunque hice los dos primeros muy rápidos conseguí mantener una velocidad similar en el resto de kilómetros, sobre 4:10, excepto en el último donde volví de nuevo a bajar de cuatro minutos. Tengo la percepción de que ese primer/último kilómetro medía algo menos de mil metros.


En los últimos metros

Como decía, llegando al kilómetro ocho me adelantó la tercera chica, pero pude volver a pasarla a falta de quinientos metros donde saqué fuerzas de no sé muy bien donde, llegando a meta con un tiempo oficial de 36:47 que coincide con el marcado por mi cronómetro.

Suponiendo que el circuito era algo menor de 9 km, digamos a ojo que 8,9 km, se puede calcular el VDOT correspondiente a esa distancia y ese tiempo. Utilizando la página http://www.attackpoint.org/trainingpaces.jsp se obtiene un valor de 49,62 como puede verse en la figura.


VDOT de 49,62

Después de la carrera, agua y refresco para mitigar el calor, además de chuches y una ensaladera. Cuando acabaron las distintas pruebas, dentro del polideportivo se hizo un sorteo realmente impresionante por la gran cantidad de cosas que se sortearon: dos bicicletas, cuatro o cinco jamones, siete u ocho paletillas, innumerables chorizos y salchichones, ropa deportiva, etc. Tremendo, aunque para variar, no me tocó nada. Todo por el módico precio de 5 € aunque me comentaron que era el primer año que se cobraba inscripción. De todas formas, merece la pena.

Para terminar, unas fotos de un seguidor de este blog en lo más alto de pódium.

I Carrera nocturna San Miguel

Hoy he participado por primera vez en una carrera nocturna, aunque no es la primera que corro de noche, ya que he participado en alguna San Silvestre, pero claro, no es lo mismo correr a las seis de la tarde en invierno, que ya es de noche pero es por la tarde, que a las diez de la noche en verano que es cuando se ha celebrado esta primera edición.

La carrera se ha celebrado en la localidad toledana de La Puebla de Montalbán, en la que pasé cuatro años de mi vida, bueno más que años, cursos, porque estuve allí estudiando desde quinto de básica a octavo. Es por esto que la carrera me ha resultado bastante emotiva, ya que pasaba por sitios que me retraían a la infancia. Si a eso añades que antes y después de la carrera me he encontrado con antiguos amigos de aquel entonces, no es raro que haya estado a punto de soltar una lagrimita…

Hasta allí me acerqué con una compañera pradolonguera. Habíamos quedado con Jesús, otro pradolonguero, en la plaza del pueblo donde daban los dorsales y estaba situada la salida y la meta. Recogimos el dorsal, saludamos a Jesús, estiramos un poco y aprovechando que comenzaba la carrera de la mujer -de sólo dos kilómetros- aprovechamos para calentar, acompañando a la hermana y sobrina de mi acompañante.

No tenía ningún objetivo en esta carrera, ya que entre que estuve unas semanas corriendo descalzo, otro tiempo lesionado y que todavía ando algo renqueante del rotuliano, me conformaba con salir y correr, sin más. Nos situamos en medio del pelotón y después de tres cohetazos y el disparo del juez de salida, nos pusimos en marcha.

Los primeros 700 metros son favorables, pero al llegar a ese punto, la carrera gira bruscamente a la izquierda y el terreno empieza a ponerse cuesta arriba. Una buena cuesta de algo más de un kilómetro que se hizo dura, tanto en la primera, como en la segunda vuelta. Una vez coronada la cuesta, se comienza la bajada y al poco se llega al segundo kilómetro, justo enfrente de la torre de San Miguel, que da nombre a la carrera y al club de atletismo que la organiza.

El terreno es favorable hasta casi llegar a la plaza, donde de nuevo hay una bonita cuesta de unos 200 metros que se agarra a las piernas de aquellas maneras.

Una vez se llega a la plaza, otra vuelta al mismo recorrido. Si en la primera vuelta la primera cuesta se hizo dura, ahora se me hizo más dura todavía, pero al menos ya conocíamos el terreno que pisábamos. De nuevo coronamos el punto más alto, nos tiramos por las bajadas y poco antes de llegar a la ermita de la Soledad, sobre el kilómetro siete, me adelantó un individuo que iba siempre un par de metros por detrás. Tampoco lo di mucha importancia, iba echando la vista atrás (en el tiempo) y trataba de recordar situaciones y lugares por donde pasaba.

En la cuesta que lleva a la plaza donde está situada la meta noté que alguien por detrás trataba de darme alcance, así que aceleré el paso y no sólo no me pasó, sino que en la línea de meta adelanté al corredor que me había adelantado un kilómetro antes.

Olvidé parar el cronómetro al traspasar la meta, por lo que tuve que esperar las clasificaciones para saber con certeza el tiempo realizado, que fue de 34:42. Comparando este tiempo con los poco menos de 32 que hice en la San Silvestre vicalvareña, me doy cuenta que es un poco birria, pero hay que tener en cuenta que esta carrera es más dura y mi estado de forma bastante, bastante peor. Además, aunque comenzó a las diez de la noche, hacía un calor horroroso y eso castiga mucho. Prefiero el frío al calor para correr.

Entre que era de noche, que no llevaba gafas y que no había muchos participantes, había veces que no tenía muy claro el camino a seguir, menos mal que los lugareños te orientaban si veían que te ibas por otro camino. Quizás sería una buena idea pintar las rayas del suelo con pintura fosforescente porque no se veían prácticamente.

La bolsa del corredor estuvo muy bien, ya que llevaba bastante fruta, que después del líquido es lo que más apetece. Mi bolsa tenía incluida una pera, una paraguaya, un melocotón y ¡dos plátanos! Además de la fruta: una botella de agua, un refresco y un bocata. No podía faltar tampoco la camiseta conmemorativa y una gorra. Además de un pañuelo cortesía de la Caja Rural, dos bolígrafos, bastantes caramelos y una invitación para tomar una cerveza o un refresco en uno de los bares de la plaza. Una bolsa completísima por el módico precio de 6 €.

Una carrera muy bien organizada a la que volveré siempre que pueda, aunque espero llegar algo más entrenado para no pasarlo tan mal en las cuestas.


Carrera de San Miguel, obsérvese la nocturnidad y alevosía de la foto 😉

XI Carrera popular barrio del Zofío

Parece sencillo, pero organizar una carrera tiene tela marinera. Y esta vez lo he podido vivir de cerca. A tres meses del comienzo de la carrera tuvimos la primera reunión para ver qué se podía hacer. Desde entonces, cada uno con lo que podía, hemos ido aportando nuestro granito de arena para que se pudiera celebrar la XI edición de la carrera popular barrio del Zofío. Desde que en la primera reunión se fijó la fecha de las prueba, hasta preparar la zona de meta, se ha pasado por un largo camino que es más complicado de lo que puede parecer desde fuera. Y todo hay que agradecérselo a Ángel que ha sido el alma máter de la carrera.

Y visto lo visto, parece que lo hemos hecho bien, ya que todo el mundo ha acabado bastante contento de la prueba. Resulta gratificante hablar con la gente y poder oír palabras elogiosas a la organización. El problema es que este año hemos puesto el listón muy alto y nos va a costar trabajo superarlo, pero habrá que intentarlo el año que viene.

Sobre mi participación en la carrera, hay poco que decir. Debido a la sobrecarga que tuve en el gemelo, incluso había pensado en no participar, sobre todo porque parecía que íbamos a tener pocos voluntarios; sin embargo, al final vino bastante gente y viendo que el gemelo había dejado de darme guerra me di el gustazo de correr, pero la de cinco para acabar antes.

Conseguí convencer a unos cuantos compañeros de MaraTI+D para que viniesen a correr y tuvimos una gran afluencia, como atestigua la foto. Quizás la promesa del jamón jadraqueño y la cerveza post-carrera animó a mucha gente a venir.

Maratidianos en la Carrera del Zofío 2012
Maratidianos en la Carrera del Zofío 2012

Pero no sólo vinieron compañeros de MaraTI+D, también se animaron bastantes pradolongueros. Estos tenían la ventaja de que corrían en casa.

Pradolongueros en la Carrera del Zofío 2012
Pradolongueros en la Carrera del Zofío 2012

Salí sin ninguna pretensión y como me vi junto a Joaquín, pues con él estuve toda esa primera vuelta disfrutando sobre todo del paso por el Parque de Pradolongo, donde se podía disfrutar de bastante sombra. Un auténtico placer en un día tan caluroso.

Carrera del Zofío a su paso por el Parque de Pradolongo
La carrera a su paso por el Parque de Pradolongo

Iba a un ritmo un poco por encima de 4:00 en los tramos más favorables y con bastantes segundos más en los tramos más cuesta arriba. Notaba que en el último mes había hecho poca cosa y ya estaba deseando llegar a meta. Cosa que hice con un tiempo de 21:06 según mi cronómetro. Aunque haya sido yo el que medí el circuito, me he dado cuenta de que faltaba algún que otro metro. Calculo que unos cien en los diez kilómetros.

Después de la carrera, los maratidianos hicimos un segundo ataque al jamón jadraqueño acompañado de cerveza fresca, que nos sentó de maravilla.

Dando buena cuenta del jamón
Dando buena cuenta del jamón

Como curiosidad, se puede ver en la foto a la ganadora en la categoría femenina: Ángeles Hermida, que mientras el resto del personal se ponía ciego con el jamón y las cervezas, ella estiraba las piernas. Y luego nos preguntamos por qué algunos corren más que otros.

Y para terminar, una foto de la bolsa del corredor para que se vea la abundancia de regalos con los que nos obsequió la organización: camiseta técnica, mochila para portátil, gorra (que no aparece en la foto), caldo Aneto, chocolatina, agua, Gatorade, plátano, chicles Orbit, quesito la vaca que ríe, tiritas, ice power (gel frío que alivia el dolor y la inflamación) y una especie de cereales o algo parecido. ¿Alguien da más? Y todo por seis miserables euros.

Generosa bolsa del corredor
Generosa bolsa del corredor

Las fotos las he obtenido de José Carlos y de Emilio. Muchas gracias a ambos.

III Carrera Proniño

Una vez más estuvimos en la Carrera Proniño, carrera organizada por Telefónica para tratar de erradicar el trabajo infantil. El precio de la inscripción, que fue 8 €, va destinado íntegramente a ese cometido. Según parece, con esta prueba han recaudado 27.236 € lo que supone un nuevo récord de recaudación.

Dado que el equipo de atletismo al que pertenezco es de una empresa de Telefónica, era una buena ocasión para tratar de formar un buen grupo; sin embargo, aunque fuimos bastantes, no fue un número muy elevado, como demuestra la foto. Es difícil conseguir que vayan muchos porque siempre hay alguno que tiene algún compromiso ineludible.

Carrera Proniño 2012
Carrera Proniño 2012

Después de hacernos la foto, hablamos de hacer la carrera todos (o la mayoría) juntos para tratar de llegar a meta todos a mogollón, por lo que salimos a un ritmo bastante tranquilo, cosa que me venía de perillas estando medio lesionado como estoy. Al tran, tran y pasando mucho calor fueron pasando los kilómetros y cuando llegamos al nueve nos paramos para tratar de reagruparnos. Estuvimos unos minutillos esperando y cuando pasaron unos cuantos compañeros nos pusimos en marcha. Conseguimos entrar en meta prácticamente una docena todos juntos tapando la calle, que no pase nadie, marcando un tiempo oficial de 59:58, neto de 58:13. La clasificación se puede ver en la página oficial de la carrera o en una copia que conservo aquí.

Con el calor que hacía, fue una buena idea hacer la carrera a ritmo lento. Como a 400 metros de meta, nos encontramos a un chico tirado en el suelo, probablemente debido a un golpe de calor. Un poco más adelante, una chica iba tambaleándose con la cara blanca como la cal. Se nota que el calor es uno de los mayores enemigos del corredor.

Entre la lesión y que estaba corriendo menos, el peso sigue aumentando. Ayer la báscula marcaba 68,4 kg y eso que trato de controlarme. El único consuelo es que el año pasado andaba por el estilo.

XXVII Carrera del árbol

Hoy se ha celebrado la XXVII edición de la carrera del árbol en el madrileño barrio de Vallecas. Se trata de una carrera no competitiva donde todo el mundo corre con la misma camiseta (no hay dorsales) y es obsequiado al llegar meta con un árbol y una generosa bolsa con regalos varios. Es una carrera donde no es raro ver familias corriendo todos juntos.

En mi caso, fuimos los cuatro miembros de la familia. Por desgracia, el día anterior mi hija se había lesionado en el gemelo (menuda herencia la he dejado) por lo que sólo pudo correr los primeros doscientos metros de los cuatro de los que constaba la carrera. La acompañé durante el recorrido, mientras que el resto de la familia seguía trotando. Al final, aunque de los últimos, conseguimos llegar a la meta.

Después del atasco que se formó en la línea de meta, fuimos obsequiados con una bolsa del corredor bastante abundante: agua, refresco, chocolatina, naranja, radio-reloj despertador y, por supuesto, un pimpollo, que en mi caso era de encina. Si a todo eso añadimos la camiseta, sale bastante «apañado» para 5 € que costaba la inscripción.

Una bonita carrera y sobre todo, diferente al resto de pruebas del calendario. Lo único que no me gustó fue que tuvimos que ir hasta el centro comercial La Gavia a recoger la camiseta para la carrera. Hace unos años era más sencillo, ya que al inscribirte recibías el dorsal y te ahorrabas el viajecito.

De nuevo me he presentado en la línea de salida con mis zapatillas amortiguadas, aunque la carrera fuera de sólo cuatro kilómetros. Al tratarse de una carrera de tan corto kilometraje, me estuve pensando ir descalzo, haciendo algunos kilómetros andando y otros corriendo, pero al final no tuve otra opción que ir calzado.

Tengo la sensación de que esta semana he pecado de ambicioso en mi transición, ya que el sábado por la tarde empecé a notar molestias en el gemelo derecho. Cuando se va descalzo, ya sea andando, ya sea corriendo, el gemelo sufre más que al llevar zapatos o zapatillas con tacón, ya que al ir descalzo, el gemelo va más estirado. Si has estado más de cuarenta años andando con el gemelo acortado, éste sufre mucho cuando ahora va en tensión y creo que eso es lo que me ha pasado. Espero que estirando la zona y aplicando hielo pueda recuperarme de la lesión. Ya veremos si salgo a correr en los próximos días.

Lo curioso es que ayer después de correr me encontraba fenomenalmente bien. Pensaba que poco a poco había conseguido ir domando a mis pies, pero en la transición es tan importante los pies como los gemelos y soleos. Había pensado que si era capaz de ir adaptando mis pies, los músculos lo harían al mismo tiempo, pero ya veo que no. La idea de salir al menos un día a la semana con unas zapatillas minimalistas para hacer una tirada algo más larga no se si será muy acertada visto lo visto.

XVI Media maratón comarca de Jadraque

Hoy nos hemos acercado a Jadraque con los compañeros de MaraTI+D (y algún añadido) para ver si conseguíamos hacernos con un jamón. Según el reglamento de esta carrera, todo equipo que presente y acabe con diez corredores o más tiene derecho a un jamón y a una caja de botellas de vino. Para que sea un poco más fácil la organización permite realizar o bien la media maratón o bien 10 km.

Jadraque se encuentra a algo más de cien kilómetros de Madrid, por lo que tocó madrugar para ir a la carrera. A eso de las diez ya estábamos allí y nos encontramos con algunos componentes del equipo. Retiramos el dorsal, nos hacemos la foto de rigor y nos preparamos para la salida, sin tiempo para estirar ni calentar.

¡A por el jamón!
¡A por el jamón!

Como todavía estoy en los comienzos de la transición calzado -> descalzo, todavía no estoy capacitado para recorrer ni siquiera la distancia más corta de 10 km, por lo que decido salir con zapatillas tratando de llevar la técnica de pisada de metatarso y zancadas cortas y rápidas. Dado que con esta nueva técnica, los músculos utilizados son distintos a cuando se corre de talón, me parecía excesivo correr una media y salgo pensando en hacer sólo diez.

Salgo con una amiga esos primeros kilómetros que ya son durillos y cuando llegamos a la glorieta donde se gira para hacer la distancia corta, decido acompañarla para no dejarla sola en esas solitarias carreteras y bajo esa solana inclemente. En cada oportunidad recojo agua y aconsejo a mi compañera de viaje que beba, pero no me hace mucho caso. Al terminar la carrera me confesó que no bebía por temor al flato, pero mejor ir con una molestia en el abdomen. En estas carreras donde el calor aprieta de lo lindo lo más importante es la hidratación. Es mejor olvidarse de ritmos y marcas y centrarse sólo en beber, si no quieres sufrir un golpe de calor.

Después de llegar a Membrillera, volvimos por el mismo camino hacia Jadraque, sufriendo por el calor y las cuestas. Ya en el parque donde está instalada la meta, mi compañera de aventuras esprintó como si le fuese la vida en ello y llegó algunos segundos antes que yo. Según el mensaje corto que recibí por la tarde, llegué con un tiempo oficial de 1:50:54 en el puesto 116. Mi amiga consiguió subir al cajón, en el segundo puesto de su categoría.

¡Objetivo conseguido!
¡Objetivo conseguido!

Ayer me subí a la báscula para comprobar si la semana de control había dado resultado. ¡Y vaya si lo ha dado! La báscula marcaba 67,3 kg que es un kilo y medio menos que la semana pasada. De todas formas, sigo pensando que la báscula no anda muy allá.