VI Carrera de San Mateo (Gerindote)

Me acerqué a Gerindote con una amiga del Club Atletismo Zofío, llegando a esta localidad sobre las ocho menos diez. Aparcamos en una calle cercana a la plaza del pueblo y nos acercamos a recoger el dorsal y la camiseta. La camiseta era de 42K de color azul, bastante bonita. Mientras estábamos por allí vimos algunas carreras donde los más pequeños iban a toda pastilla buscando la meta. Siempre es un placer ver correr a los más jóvenes, semillero de los atletas de mañana.

Volvimos a dejar las cosas, nos vestimos de corredores y salimos a calentar porque ya quedaba media hora para la carrera. Cuando quedaban menos de cinco minutos para las nueve nos colocamos para salir. Se veía poca gente detrás del arco y nos comentó una chica del pueblo, que también corría, que había dos bodas en el pueblo y que quizás eso había mermado la participación.

La carrera consta de dos vueltas de aproximadamente dos kilómetros y medio, quizás un pelín más larga, pero poca cosa. En cada vuelta hay dos cuestas arriba y sus correspondientes bajadas, pero no son de mucha entidad, hay que tener en cuenta que el desnivel sumando las dos vueltas son 23 metros. Lo que sí hay son bastantes giros de noventa grados que cortan un poco el ritmo.

Estaba casi atrás del pelotón cuando dieron la señal de salida. Salí un poco relajado pero pronto empecé a apretar, pero sin ir a tope ya que doce horas después tenía otra carrera. Por eso iba sin mirar el reloj, sólo viendo la gente que iba por delante de mí y si podía cogerlos o no. Cuando pasé por la línea de meta en la primera vuelta ni siquiera miré el reloj de meta. Y la verdad es que al haber salido tan atrás fui adelantando gente casi todo el rato y eso anima. Eso sí, en la subida final me adelantó un tipo muy alto y con buena zancada.

Llegué a meta y al igual que en la primera no miré el reloj que allí tenían instalado. Cogí una botella de agua y recorté parte del circuito para ir a animar a mi compañera. No tardó mucho en pasar, la animé y corrí un rato con ella diciendo que fuera tranquila, que no había nadie que la persiguiera.

Fui a la meta. Allí me encontré con mi tocayo del Club Atletismo Novés, que últimamente está muy bien, y me dijo que había hecho 21 minutos pelaos. Yo miré al rato mi reloj y vi que marcaba 22:25 a un ritmo de 4:23 min/km que lo di por bueno después de haber estado una semana parado por la ciática y que tampoco fui a muerte. Lo mejor es que mi amiga aunque fue la sexta de la categoría de veteranas, fue la primera local y se llevó un rico jamón cortesía de Embutidos España.

En la Carrera de San Mateo (Gerindote)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *