Miguel era un habitual de los entrenamientos hasta que dejó de serlo. Algunas veces se digna venir con nosotros y hoy nos ha acompañado. Decía lo que dicen todos los corredores: que si he entrenado poco, que si estoy muy mal, que si la abuela fuma, etc.
Hacía seis o siete grados menos que el martes y se notaba, aunque hiciese calor. Después de dar una primera vuelta de calentamiento, apretamos un poco en la segunda y acabamos haciendo dos kilómetros a 4:12 demostrando cada uno con hechos, que no con palabras, que no estamos ninguno demasiado mal.
Hicimos 9,6 km en 50:51 @ 5:16 min/km.