En verano retrasamos media hora la salida, pero yo creo que a las siete y media hace el mismo calor que a las siete, pero queremos pensar que alguna ventaja debe tener, aunque sólo sea psicológica.
Llevamos unos días tremendos de calor y hoy no era un excepción. No me extraña que no haya casi gente en el parque a esas horas. Eso sí, hay tres o cuatro tipos ejercitándose con un entrenador que no fallan, están siempre ahí y encima llegan antes que nosotros.
Con este calor, rondando los treinta y ocho grados, a lo único que se puede aspirar es a mantenerse, poco más. Correr a ritmo tranquilo e hidratarse en las fuentes que, afortunadamente, este año funcionan.
Una primera vuelta muy, muy tranquilos y en la segunda acelerando durante tres kilómetros, pero sin matarnos. Además, gracias al calor, el punto de finalización ya no es el típico, ahora acabamos en una fuente para recuperar los líquidos perdidos. Así, sólo hicimos 9,4 km en un tiempo de 52:15 @ 5:31 min/km.