Después de tres entrenamientos por las cuestas de Pradolongo hoy he decidido dar un paso más. He trasladado el lugar de entrenamiento a Parque Sur donde hay unas cuantas cuestas también y además con más pendiente y más largas. Y se nota la diferencia, ha resultado un entrenamiento bastante más duro que los tres anteriores. Espero que estos entrenamientos sirvan para mejorar mis prestaciones en la carrera de mi pueblo, que me juego… nada.
Salí a eso de las nueve y media de la mañana y la temperatura estaba fresca, pero subiendo cuestas se entra en calor enseguida. Durante el entrenamiento me crucé un par de veces con un grupo bastante nutrido donde se veían prendas de abrigo. ¿Tanto miedo hay al frío?
Después de una primera vuelta, unos tres kilómetros, me dispuse a subir la primera cuesta, que es la más larga y la más inclinada. Y me costó bastante, no lo voy a negar. Luego las otras, después del primer sofoco, se me dieron algo mejor. Cada cuesta subida, era bajada al trote y así hasta completar la primera tanda de siete cuestas. Después de la última, trotando hacia el sur para empezar de nuevo la rutina de subir y bajar todas las cuestas.
Una vez acabadas todas las cuestas, un poquito más para enfriar y esta vez me ahorré los dos doscientos con los que suelo terminar porque debía volver a casa con cierta urgencia, que tenía cosas que hacer. Llegando a casa, ya caminando deprisa para bajar pulsaciones me quedé gratamente sorprendido por el bonito paisaje otoñal que se veía al lado de casa. En la foto se pueden apreciar los diversos colores otoñales.
Precioso paisaje otoñal
Completé 8,36 km en un tiempo de 48:33 @ 5:49 min/km. Un ritmo bastante pausado, pero que no es para nada indicativo del esfuerzo que costó subir las cuestas.
Antes de comenzar el entrenamiento me subí a la báscula y marcaba 67,9 kg prácticamente lo mismo que la semana pasada. Me está costando bajar de ahí.