Siempre se ha dicho que los niños están continuamente tirando de la cuerda para ver hasta donde aguanta la paciencia de sus padres. A los corredores nos pasa lo mismo, vamos tirando de la cuerda para ver hasta donde podemos llegar sin rompernos, sin lesionarnos.
Hoy hemos empezado como habitualmente, tranquilos, muy tranquilos. En la primera vuelta el kilómetro más rápido ha sido ¡¡¡a 5:40!!! En la segunda hemos empezado acelerando un poco, pero sin pasarnos, pero a falta de tres kilómetros, a saco Paco. Séptimo kilómetro en 4:26 y el octavo, tensando la cuerda a 4:02. Los seiscientos metros restantes, también a buen ritmo, a 4:09. Me he pasado tres pueblos en este final de entrenamiento y ahora la rodilla la noto tocada. Si ya no estoy para estos trotes, ¿dónde voy acelerando tanto?
Esto de ir una primera vuelta tan despacio y luego acelerar tanto no me conviene en absoluto, prefiero ir algo más rápido en la primera y luego acelerar un pelín más en la segunda, pero sin llegar a ir excesivamente deprisa. Tendré que planteármelo así de ahora en adelante. Mi rodilla me lo agradecerá.
En total han sido 9,6 km en 50:48 @ 5:16 min/km. He tensado la cuerda, pero afortunadamente, parece que no se ha roto, aunque haya quedado debilitada.