Con esta entrada, se cumplen mil las que ye he escrito en el blog. No está mal la cifra, porque es complicado rellenar entrenamiento tras entrenamiento una entrada. Tan difícil que resulta a veces casi imposible encontrar un tema y me limito a describir someramente el entrenamiento. De hecho este blog nació como un cuaderno de bitácora donde registrar los tiempos y sensaciones de los entrenamientos, sólo que a veces me salgo del tiesto y empiezo a elucubrar sobre cosas variopintas.
No sé si escribiré mil entradas más, pero habrá que intentarlo.
El entrenamiento de hoy ha consistido en dar un par de vueltas a Parque Sur a ritmo ligero. El terreno estaba algo embarrado porque ha estado lloviendo estos últimos días y en algunos tramos te hundías un tanto, en otros pisabas en un terreno tan mullido que parecía que corrías sobre moqueta y en algunos, estaba bastante bien para correr.
El martes fue un día especial porque fue el primer donde me sentí realmente bien corriendo, aunque empezara con alguna molestia. El jueves no llegué a alcanzar el Nirvana atlético ni hoy tampoco, pero me sentía razonablemente bien. Cuando consiga quitarme la pequeña tendinitis en el tendón de aquiles ¡voy a volar! Aunque no es el fin ni mucho menos, me conformo con correr a un ritmo normalito.
Hice un par de vueltas y un poco más para completar los 7 km previstos. Y lo hice en un tiempo de 34:41 a un más que aceptable ritmo de 4:57 min/km.
Hace tiempo que no hablo del peso. Hoy he llegado al límite de lo que considero peligroso. La báscula marcaba 69,9 kg rozando los setenta que es donde empieza la zona roja. Sigo en amarillo y no sé si voy a volver al verde. Espero que ahora que empiezo a entrenar con más regularidad lo consiga.
Enhorabuena, «milbloguista».
Gracias Manolo.