Siempre me ha parecido el galgo un precioso animal. Quizás porque lo asocio al correr y siento fascinación por todo bicho viviente que corre. Y ver un galgo corriendo es todo un espectáculo.
Galgo corriendo, foto cortesía de www.enfoque10.com
La desgracia que tienen estos animales es precisamente esa: que corren. Y cuando ya no corren porque son más viejos, o han sufrido alguna lesión, muchos acaban colgados de un árbol. Nunca me he encontrado en Madrid un galgo colgado de un árbol, pero sí en mis correrías por tierras toledanas. Y es terrible. Los galgos son una de las razas más maltratadas y que sufre un abandono masivo. Más de cincuenta mil ejemplares son abandonados tras la temporada de caza.
Es por esto que me encanta ver a estos animales como animales de compañía, paseando tranquilamente con sus dueños por el parque. Para mí, es una imagen que no tiene precio. Se da la circunstancia de que estos animales son excelentes animales de compañía. Así que no lo dudes, si tienes pensado adoptar un perro, que sea un galgo.
En contra de mi costumbre, hoy he llegado pronto al punto de encuentro. Ya estaban allí Enrique y Emilio y me han invitado a salir con ellos, pero he decidido esperar un poco por si venía alguno de correr más lento. La espera no ha sido infructuosa, ya que minutos más tarde ha llegado Joaquín y algo después Miguel, por lo que hemos salido los tres, Miguel algo incómodo por el trote más que cochinero que llevábamos, no ne extraña que pronto nos haya abandonado.
He seguido con Joaquín y he completado 6 km en 34:49 @ 6:08 min/km, la misma distancia que recorreré el sábado. Está claro, estoy preparado.