Iba andando tan ricamente, tratando de calentar algo los músculos para empezar a correr cuando me he cruzado con dos corredores que iban charlando tranquilamente. Me ha llamado la atención que iban conversando ¡¡¡en francés!!! Y me ha chocado, la verdad. En este barrio lo más normal sería oír hablar en chino, ya que es la población inmigrante mayoritaria en el distrito de Usera.
Curiosamente, mientras el número de inmigrantes disminuye en Madrid, la población de chinos aumenta. Alguien debería pensar en poner en el barrio un arco chino y venderlo como el Chinatown de Madrid. Seguro que los comerciantes de la zona lo agradecerían.
El sábado Ricardo me llevó muy deprisa para ser tan temprano y cuando todavía tengo molestias, por lo que hoy he tratado de ir más despacio. He comenzado andando y cuando llevaba dos kilómetros me he puesto a correr tratando de completar la vuelta. A mi ritmo, rondando los seis minutos por kilómetro, he conseguido completar los cinco kilómetros que tenía pensado. Las sensaciones no han sido malas, parece que la cosa funciona, aunque no esté ni mucho menos bien.