El jueves no pude salir por un evento laboral y como tampoco es cuestión de correr en exceso, he esperado hasta hoy sábado para tratar de correr algo más que los 300 metros del martes. La idea era hacer un kilómetro como mucho corriendo, así que después de dar una vuelta a Parque Sur (3 km) me he puesto en marcha. He hecho ese kilómetro corriendo y me he encontrado bien, con una ligera molestia en el talón, pero no más que cuando iba andando, así que, ¿por qué no seguir un poco más?
Dicho y hecho, he seguido con mi trote cochinero cuando ha aparecido Ricardo, vecino y grandísimo corredor que también está pasando un calvario con sus lesiones. Se ha puesto a nuestra vera y allí estábamos contándonos nuestras penas, que si me duele aquí, que si antes allí, que si he ido al fisio, que si he probado con estas plantillas, … La típica conversación de corredores lisiados 😉
El caso es que de ir cochineramente trotando, la compañía de Ricardo me ha hecho ir cada vez más deprisa, ya que de ir a seis, he pasado a ir a 5:37 y luego a 5:07. ¡Mucha tela para mí! Total, que así a lo tonto, he completado 6,4 km, de los cuales 3,4 km han sido corriendo. ¡Es la distancia más larga que he corrido desde la maratón de Madrid!