Hoy ha sido el último entrenamiento antes de la maratón de Madrid. Mañana viernes habrá que ir a recoger el dorsal y el sábado, un sesión de fisoterapia para relajar las piernas y que estén más que preparadas para los 42 km del domingo.
Hay algunos que prefieren hacer unos kilómetros el sábado, pero para mí el jueves es el último día. Suelo hacer poco kilómetros, siete como mucho, pero hoy íbamos de amena cháchara y al final hemos completado las dos vueltas. Eso sí, a un ritmo muy asequible.
El objeto de la conversación era apostar, aunque sin dinero por medio, sobre los tiempos que iban a hacer el resto. En mi caso, la apuesta era: Quique: 2h55, Emilio: 3h44 y Joaquín, mi tocayo y un servidor: 3h19. Desgraciadamente, poco más recuerdo. Alguna cosa, como que algunos pensaban ¡¡¡que podía hacer entre 3h10 y 3h14!!! Mucha tela para mí es eso. Emilio, que llevará el globo de 3h45 dice que acabará en 3h43, por si alguno está interesado en seguir.
Entre previsones de uno y de otros se fue pasando el tiempo y a lo tonto acabé completando 10 km en un tiempo de 55:45 a un ritmo muy tranquilo de 5:34 min/km.
¡Ya sólo queda el gran día!