Hoy cuando terminaba las dos vueltas que di en el parque de Pradolongo, se me echó la noche encima. Eran las ocho y cuarenta minutos, más o menos, y ya era casi de noche. Primero, no debería de hacer corrido una hora como hice. Y segundo, habrá que pensar en adelantar la hora de comenzar a correr para aprovechar la luz del sol todo lo posible, que luego llega el invierno y no vemos el sol mas que los fines de semana.
Ayer estuve entrenando a ritmo tranquilo y el tendón no me molestó prácticamente. Sin embargo, llegando a casa, cuando ya me faltaban sólo cien metros, empecé a notar unas molestias en el gemelo izquierdo. Ahora estoy con el hielo puesto, espero que no sea nada, aunque seguro que ahora que me duele en este nuevo sitio, me olvido de las anteriores molestias. Suele ocurrir.
Hice dos vueltas a Pradolongo, que suman 10 km en poco más de una hora. Muy tranquilo, charlando amistosamente.
Anocheciendo en el parque de Pradolongo